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Al Partizan le sobran dos minutos y Olympiacos aprovecha el regalo en El Pireo (80-71)

Foto: Partizan BC

Partido de la novena jornada de la Euroliga disputado en el Pireo, donde Olympiacos recibía a un Partizan con urgencias tras encadenar varias derrotas consecutivas. Los griegos, todavía en búsqueda de sensaciones en este inicio irregular y marcado por lesiones, se reencontraban con su público, los aficionados serbios desplazados y un espectador de lujo: Novak Djokovic, residente en Atenas y habitual en grandes citas del Partizan y Estrella Roja.

El encuentro comenzó con ambos equipos intentando imponer su identidad: Partizan apostando por el ritmo y la agresividad en ambos lados de la cancha, mientras Olympiacos buscaba desgastar desde la pintura. El equilibrio era total, tanto en el juego como en el marcador (20-20 al final del primer cuarto).

En el segundo acto, Partizan dio un paso adelante. Shake Milton aceleró el ataque con su verticalidad y, en la pintura, la pareja interior formada por Bruno Fernando y Tyrique Jones dominaba los tableros. Olympiacos sobrevivía gracias al acierto exterior de Ntilikina y Fournier, pero su juego estaba lejos de fluir. Al descanso, Partizan se iba por delante (38-39) con la sensación de haber encontrado el plan de partido.

La segunda mitad confirmó la tendencia: Partizan controlaba el ritmo, defendía duro y alcanzó la máxima diferencia del encuentro. Washington y Milton seguían atacando el aro con decisión y Tyrique Jones se convertía en un problema irresoluble, firmando 17 puntos y 7 rebotes mientras destrozaba la zona griega. Al final del tercer cuarto, Partizan seguía arriba (53-58) y transmitiendo sensación de solidez.

El último cuarto empezó con la mejor versión de Nick Calathes desde su llegada a Belgrado. No necesitó anotar para influir: ordenó el juego, dio equilibrio, y permitió que Washington (20 puntos) y Jones continuaran castigando. Partizan se escapaba 54-62 y parecía tener el partido bajo control.
Pero entonces, todo se derrumbó. Olympiacos elevó su defensa hasta el extremo, con McKissic y un enorme Thomas Walkup imponiendo físico y agresividad sobre el balón. Milutinov gobernó los rebotes y los tiros libres comenzaron a caer como una sangría constante. Partizan, en cambio, perdonó una y otra vez: bandejas fáciles, tiros liberados y decisiones precipitadas en los momentos clave.

La ofensiva se volvió caótica, sin rumbo, repitiendo un patrón que empieza a ser preocupante en las últimas jornadas. Mientras Olympiacos crecía, Partizan se desmoronaba. En los minutos finales, los ataques serbios —dirigidos por Milton y Brown— evidenciaron el colapso: complicaciones sin sentido, prisas y nula claridad. Los números hablan por sí solos: Brown 7 puntos en más de 30 minutos; Bonga 5 en 33’; Calathes 0 puntos en 26’.

Dylan Osetkowski, relegado al puesto de 5, apenas jugó ocho minutos, y aunque Bruno Fernando aportó 9 puntos, su impacto defensivo fue insuficiente.El final deja una sensación clara: al Partizan le sobraron dos minutos. Dos minutos donde entregó un partido que había trabajado durante 38.Olympiacos no perdonó. Partizan sí.Y como nota final, un detalle que empieza a no ser menor: Jabari Parker volvió a desaparecer. ¿Problemas físicos, decisión técnica, o inicio de un punto de no retorno? Veremos.

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