Baskonia sumó su cuarta derrota consecutiva en Euroliga al caer 75-87 ante un sólido Mónaco, que llegó a tener una ventaja de hasta 27 puntos, en el Buesa Arena. Los de Pablo Laso mostraron grandes carencias en la dirección de juego y firmaron una primera mitad desastrosa, recuperándose apenas en un tercer cuarto frenético. Sedekerskis y Moneke, ambos con 16 puntos, destacaron en un Baskonia que solo pudo plantar cara por momentos, frente a los 15 y 16 puntos de Okobo y Mike James, líderes del conjunto monegasco.
El conjunto dirigido por Pablo Laso comenzó con dificultades en ataque y una defensa débil, lo que permitió que el Mónaco impusiera su ritmo desde los primeros minutos.
En el primer cuarto, la falta de organización de los alaveses permitió a los visitantes tomar la delantera con una serie de canastas de Vitto Brown y Blossongame. La defensa de Baskonia cedió aún más con dos triples seguidos de Strazel y Mike James, lo que dejó el marcador en un doloroso 7-24. Las estadísticas hablaban por sí solas: Baskonia registró un 0/5 en triples y una defensa prácticamente ausente en este tramo.
El segundo periodo mostró un guion similar, con el Mónaco anotando con fluidez y extendiendo su ventaja sin oposición. Papagiannis sumó ocho puntos consecutivos que obligaron a Laso a pedir un tiempo muerto en un intento de frenar la sangría. Sin embargo, los locales solo lograron un triple en toda la primera mitad, cerrando con un desalentador 24-47.
Tras el descanso, el Baskonia intentó reaccionar. Los baskonistas salieron con mayor intensidad y lograron un parcial de 7-0, reduciendo la diferencia. Fue Moneke quien sacudió al equipo con sus entradas a canasta y un par de jugadas de 2+1, llevando el marcador a un esperanzador 55-61. Aun así, a pesar de este parcial de 31-14, la defensa seguía sin estar al nivel necesario para contener al Mónaco.
Finalmente, los dirigidos por Obradović controlaron el juego con la calma de Okobo, quien lideró a su equipo hasta el final sin dejar que Baskonia culminara su intento de remontada. Al final, el marcador reflejó un 75-87 que evidenció las carencias del conjunto vasco, que deberá mejorar si quiere mantener sus aspiraciones en la Euroliga.