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Bàsquet Girona no se presenta en Fontajau.

Foto de Sergi Geronès

Mal día en Girona. Muy lejos de mantener la energía y las sensaciones de la semana pasada. Bàsquet Girona ha acusado, y mucho, las bajas de Juani Marcos y Sergi Martínez. Paso atrás de los de Fotis Kastikaris, que necesitan un base como el comer para ayudar a Iroegbu, muy solo en tareas de generación.

Inicio frío, lento y extraño en Fontajau. Muchas imprecisiones, muy trabado, y con situaciones fuera de lo común. Hasta 4 rebotes ofensivos han capturado los visitantes, sin sacar rédito de ello. 6-3 tras los 5 primeros minutos de partido. Los nazarís, centrados en encontrar a Noua, sin éxito.

Solo sumó desde el tiro libre. Girona, sin encontrar la fluidez que vimos la semana pasada contra una defensa agresiva de los nazarís. Tras el brillante encuentro de la semana pasada, Ferrando no ha sido capaz de llevar el timón del equipo en su primera rotación. Tampoco Durham.

Saló la vieja guardia de Coviran Granada para entrar en partido y encontrar ritmo. Pere Tomás y Rouselle dieron otro aire a los de Pablo Pin, consiguiendo así las primeras ventajas. 10-14 al finalizar el primer cuarto.

Si había mucho rumor sobre la necesidad de fichar un base tras la lesión de Juani, a poca gente era capaz de convencer de lo contrario el primer tiempo ofensivo de los catalanes. El ritmo y el partido, también en este segundo cuarto, eran totalmente del conjunto visitante. A remolque Bàsquet Girona también en defensa, persiguiendo sombras sin poder evitar el tiro liberado. En ataque, tampoco Iroegbu era constante a la hora de generar.

Muy celebrado en el banquillo nazarí cada acción positiva de Rubén Guerrero, clave en este momento de partido. El interior malagueño, que había generado muchas dudas sobre su rendimiento, ha sido clave en la defensa agresiva del bloqueo directo, en situaciones de rebote y ha sido capaz de producir desde la continuación corta en el bloqueo directo. Reivindicación en toda regla.

Tan sería la puesta en escena de los de Pablo Pin, qué ni cuándo Bàsquet Girona ha encontrado algo más de fluidez en ataque, a través de Iroegbu, ha bajado su nivel defensivo. El partido era una guerra, cada balón, una lucha en una trinchera. Y Granada estaba cómodo en esta tesitura. 25-33 tras los 20 primeros minutos.

La segunda parte ha empezado confirmando que James Nnaji está lejos aún de poder aportar con regularidad al conjunto gironí. Y con el conjunto nazarí muy cómodo desde la defensa y el control de rebote, que le permitía encontrar ventajas en transición. Lo ha tenido que parar Fotis Katsikaris tras tres minutos y un parcial de 1-5 que suponía la máxima para Coviran Granada (26-40).

En baloncesto, cuando las dinámicas no son buenas, todo cuesta el doble. Un claro ejemplo de esto es el bajo acierto en T3 (2/12) tras seguramente buenas situaciones ofensivas. Otro ejemplo de esta mala dinámica ha sido la descalificación de Susinskas, por cinco faltas, en el minuto 3 del tercer cuarto. Parecía que no era el día del conjunto rojiblanco.

Y Coviran Granada seguía con el hambre de castigar esa mala dinámica de Bàsquet Girona, qué encomendados a un Iroegbu perdido, amenazaban con borrarse del partido. Una canasta tras rebote ofensivo de Sergi García, que era el último jugador que faltaba por anotar, y un 2+1 de Amine Noua, ponía la máxima para Coviran Granada (38-60) y el último clavo en el ataúd de Básquet Girona.

Reaccionó muy enfadado Fontajau al final del tercer cuarto con la imagen del equipo, con una sonora pitada. Por delante, diez minutos con poco más en juego que lavar la imagen.

Último cuarto sin historia. Primera victoria de Coviran Granada en Liga Endesa y primera victoria contra Bàsquet Girona tras cuatro encuentros. Exhibición defensiva y actuación coral del conjunto nazarí, en el que todo el mundo ha anotado, que ha dejado sin ideas a un ya muy mermado Bàsquet Girona. (52-82)

Paso atrás que duele para los de Fotis Katsikaris, que confirman que necesitan un base para suplir a Juani Marcos que ayude en tareas de generación y que ayude a levantar el ánimo de un equipo que parece que ha quedado muy tocado por las últimas lesiones.

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