El BAXI Ferrol se quedó a 4 puntos de ofrecerle a su afición una victoria en la ida de la final de Eurocup. También demostró que es capaz de competir de igual a igual contra las francesas, lo que invita al optimismo en una eliminatoria abierta. Pero el regalo más valioso de este equipo a su afición y al deporte en general, no se puede medir en puntos.
La noche vivida en A Malata el 26 de marzo de 2025 pasará a la historia del baloncesto y lo de menos será recordar cuántos puntos ha hecho cada equipo. Los incontables intangibles que ocurrieron en una noche mágica, en un pabellón mágico, superan con creces la contabilidad tangible de las canastas anotadas por cada equipo durante el encuentro.
BAXI Ferrol: La belleza de la armonía entre club, equipo y afición
«La belleza en la ciencia es una combinación de elegancia, simplicidad, armonía y verdad»
La creciente comunidad que conforma el BAXI Ferrol funciona como un engranaje perfecto, dónde no se escatiman esfuerzos, ni por parte de los que conforman los diferentes estamentos del club (directiva, equipos de base, staff,…), ni tampoco por parte del equipo y la afición. El arduo trabajo llevado a cabo las últimas semanas, por muchas personas vinculadas al club, la inmensa mayoría de forma desinteresada, para que A Malata luciera como lo ha hecho ha tenido su recompensa, cuando el resultado final ha sido una puesta en escena tan espectacular como la mostrada el pasado miércoles.
Desde el trabajo organizativo para ser capaz de gestionar la venta de más de 3.500 entradas en un tiempo récord, con una estructura, que hasta hace un mes, era la necesaria para vender las 50 o 100 entradas de no socios que acudían a los partidos. Para ser capaz de aumentar el aforo lo máximo posible, y que así el mayor número de aficionados pudiese disfrutar de este acontecimiento único. La aportación de empresas y organismos para la puesta en marcha de una «Fan Zone» que pudiera acoger en las mejores condiciones a la afición tanto antes, como durante y después del partido, para el montaje de la iluminación necesaria para que A Malata luciera como nunca antes lo había hecho, o para distribuir entre la afición 3.700 camisetas conmemorativas de la final.
Y cuando todo el club, en el sentido más amplio, directiva, base, cuerpo técnico y plantilla, lo que se transmite es sencillez en las formas y honestidad en el trabajo, no puede recibir menos que apoyo incondicional por parte de quienes, cada vez en mayor número, se acercan a disfrutar de sus esfuerzos, dándose una combinación, perfecta, armoniosa que deriva en una comunión difícil de conseguir si no se hace desde la verdad.
«Hoy es día de partido, de un partido único»
A veces hay partido, a veces es día de partido y a veces es día de hacer historia. Desde ya 3 horas antes del inicio del encuentro la concurrencia en la Fan Zone empezaba a ser multitudinaria para lo que podría esperarse de un miércoles laborable. Con el paso de los minutos, la animación del concierto de los Alcántara, los encuentros con viejos y nuevos amigos, fue haciendo que la ilusión y los nervios fueran creciendo. Dentro del pabellón, muchas personas ultimaban los preparativos para cumplir con las exigencias de un acontecimiento de este calibre, una final europea de baloncesto.
Una hora y media antes del inicio del partido llegaron las jugadoras locales que rodeadas de su afición accedían al escenario donde la magia tendría lugar de nuevo y como nunca.
Una hora antes del inicio del partido, las colas para acceder a A Malata eran interminables. Nadie quería perderse ni un instante del día más grande vivido, deportivamente hablando, en Ferrolterra.
Y ya con toda la escenografía lista, era el momento de que entrasen en acción las y los protagonistas. Las jugadoras y el cuerpo técnico en la pista, con la dirección de Lino López. En la grada, la afición con su maestro de ceremonias, Javi Masaguer. El «Bienvenidos» de Miguel Ríos sonaba mientras los últimos aficionados tomaban sus asientos y al apagarse las luces, sonaron los primeros aplaudos con la presentación de las jugadoras de Villeneuve.
Acto seguido, las 3.700 personas se dispusieron a recibir a su equipo como merecía, después de haber traído una final de Eurocup a casa. Puestos en pie, corearon uno tras otro los nombres de sus 11 jugadoras y su entrenador favoritos, mientras ellas atravesaban el pasillo de fuego. Ya nadie se sentó para cantar «Ferrol» y cuando Masaguer recordó que «Esta noche no sólo juega el BAXI, esta noche, también juega el OAR» y empezó a sonar la mítica «Cantiga de Betanzos», la emoción ya desbordaba las paredes de la vieja A Malata, que tantas historias ha vivido en sus 4 décadas de historia.
Un partido histórico, un ambiente inolvidable y un arbitraje para olvidar.

La afición no dejó de cantar, animar y presionar ni un sólo instante ya desde antes de que el árbitro lanzara el balón al aire para iniciar el partido. Los «Esto es Ferrol», «A por elas» o «Ese Uni» acompañaban los ataques de las ferrolanas, mientras un ruido ensordecedor hacía lo mismo con los ataques de Villeneuve. A pesar del ambiente, las francesas empezaron con un acierto extraordinario en el primer cuarto. Las ferrolanas no conseguían frenar el ataque galo, que a los 5 minutos ya habían anotado 20 puntos, y llegaron a los 10 primeros minutos de juego con 33 puntos en su haber, con una Carla Leite en estado de gracia, que terminaría el encuentro con 25 puntos y 27 de valoración, siendo la MVP. Lo mejor era que el BAXI resistía en ataque con 25 puntos anotados en el mismo parcial.
A los 3 minutos del segundo cuarto, Zellous, jugadora de 38 años, que afirmó en redes sociales que el ambiente de A Malata fue el mejor que había vivido en toda su carrera, con un triple, ponía la máxima diferencia a favor de las visitantes (30-42). Pero la defensa se activó y Angela y Moira, con 6 puntos consecutivos, cortaron la racha y volvieron a conectar al BAXI al encuentro. El tiempo muerto solicitado por el entrenador visitante, no dio el resultado esperado por las francesas, y a falta de 4 minutos, Claire y Ángela, dejaban la diferencia en 3 puntos. Un nuevo tiempo muerto de las visitantes, obtuvo el mismo resultado y Claire primero con 2 puntos, y Julie Pospisilova, con un triple a falta de 40 segundos dio la primera ventaja del partido a las universitarias. (40-42), con un parcial en el segundo cuarto de 19-09.
En el segundo tiempo, el juego altamente físico puesto en la pista por parte de las francesas desde el inicio y con mucha permisividad por parte del trío arbitral, fue poniendo en dificultades a la corta plantilla del BAXI, que además no pudo contar con la participación de Carlota Menéndez, que continuaba recuperándose de un problema es su tobillo. Además, las locales, con menos experiencia en este tipo de partidos y con muchas ganas de ofrecer a su afición una victoria en casa en la final, cometieron algunos errores impropios de su trayectoria esta temporada, especialmente en el tiro libre, acabando en este apartado estadístico con un 15/23. Aún así las alternativas en el marcador se sucedieron y la igualdad fue la tónica hasta los últimos segundos, donde Blanca Millán puso con un tiro libre el definitivo 75-78. Desde ese momento, 1 tiro libre fallados por Blanca y dos por Ángela, que fue la mejor del BAXI, y un triple fallado en el último segundo de Julie, que jugó los 40 minutos del encuentro, en una nueva exhibición, pudieron dar la vuelta al marcador.
Cuando ganar o perder no lo define un marcador. ¡El BAXI ya ha ganado!
Cuando has conseguido que una comarca entera palpite de nuevo con el baloncesto como hacía décadas que no lo hacía. Cuando has conseguido que tu ciudad se vista con tus colores durante dos semanas. Cuando has conseguido que todo el mundo, en Galicia, en España y en Europa, conozca tu nombre y tus hazañas, cuando hace tan sólo unos meses, eso no era tan habitual ni siquiera en Ferrol.
Cuando has conseguido, con uno de los presupuestos más bajos de la competición, con humildad y trabajo, y contra todo pronóstico, ser el primer club gallego, masculino o femenino, además del Liceo de A Coruña en hockey, que juega una final de competición europea (el Balonmano Porriño le está siguiendo los pasos, al llegar recientemente a la final de la Eurocup women también). Cuando has conseguido ser el tercer equipo español en jugar una final de Eurocup Women, sin jugadoras con experiencia europea en tu plantilla, siendo un ejemplo de trabajo en equipo, de buen ambiente, de naturalidad y cercanía.
Cuando has conseguido todo eso, has ganado algo mucho más importante que cualquier competición. Por eso, independientemente de lo que haya ocurrido el día 26 de marzo en A Malata, o lo que pueda ocurrir el día 2 de abril en el Palacium de Villeneuve, este equipo y este club, ya han ganado. Y pase lo que pase, su afición y el baloncesto, así se lo agradecerá siempre.