El Grupo Ureta Tizona Burgos arrancó la temporada de #Primera FEB con una victoria contundente ante Melilla Baloncesto, imponiéndose por 106‑91.
El partido comenzó con intensidad por parte de Melilla, que golpeó primero con una canasta de Iván Cruz y un parcial inicial de 2‑7 gracias a su defensa alta y transiciones rápidas. El Tizona, algo impreciso en los primeros minutos, reaccionó con acierto desde el perímetro: Zidek y Jofresa abrieron el camino desde el triple, y el equipo ajustó en defensa.
Con la entrada de Ayoze Alonso y Rodri Seoane, el Tizona ganó dinamismo y empezó a generar ventajas tanto desde el pick and roll como en las esquinas. En los últimos tres minutos del cuarto, el conjunto burgalés encadenó un parcial de 10‑3 que les permitió cerrar el periodo con ventaja de 27‑20.

El segundo cuarto fue el más igualado del encuentro. Melilla volvió a acercarse con intensidad y un parcial de 0‑4 al iniciar el cuarto, gracias a Christian Díaz y Ludgy Debaut, quienes aportaron puntos importantes desde la segunda unidad.
Tizona comenzó a rotar el banquillo: Andy Huelves dio buenos minutos en la dirección, y Marquis Jackson sostuvo el ritmo ofensivo. Aunque los melillenses recortaron distancias hasta ponerse 29‑26, el Tizona logró frenar el ritmo del rival desde la defensa.
El tramo final del cuarto tuvo mucho ida y vuelta: intercambio de triples (Krutous y Jofresa) y tiros libres por faltas en transición. Melilla ganó este cuarto por la mínima (20‑21), pero el marcador global favorecía aún a Burgos (47‑41 al descanso).
El tercero fue, sin duda, el cuarto más determinante del encuentro. Melilla volvió con energía tras el descanso y ejecutó su mejor parcial del partido. Con un 3‑10 de salida, se colocó a tan solo dos puntos (55‑53) a falta de 4:30 en el reloj. Javi García aportó dirección y penetración, y Debaut se hizo fuerte bajo el aro.
Sin embargo, fue ahí donde el Tizona mostró su jerarquía: tiempo muerto de Jordi Juste, ajustes defensivos y un golpe certero desde el perímetro. Zidek y Totte Alonso clavaron dos triples seguidos que rompieron la racha melillense. A partir de ahí, el Tizona no miró atrás.
Los últimos minutos del cuarto fueron un festival ofensivo del conjunto local, con rotaciones inteligentes, circulación rápida de balón y dominio del rebote defensivo. Cerraron el cuarto con una ventaja de 75‑65, ampliando la diferencia clave.
Con la ventaja ya consolidada, el Tizona no bajó la guardia. Lejos de relajarse, el equipo aceleró aún más, y logró su máxima diferencia del partido a falta de 5 minutos (91‑76). Gerard Jofresa, nuevamente determinante, anotó y asistió. Seoane y Jackson aseguraron puntos en transición, y el equipo mantuvo un ritmo altísimo.
Melilla no se rindió. Poirier y Stilma intentaron recortar con ataques rápidos, pero el daño ya estaba hecho. El conjunto visitante terminó con orgullo, maquillando ligeramente el resultado con un parcial final de 6‑11, pero sin poner en peligro el triunfo local.
FICHA TÉCNICA
Parciales: 27-20; 20-21 (47-41); 28-24 (75-65); 31-26 (106-91)
Grupo Ureta Tizona Burgos (106): 5. Marquis Jackson (6), 8. Felix Terins (2), 10. Arnau Parrado (5), 13. Ramón Vilà (10), 21. Gabriel Gil (6), 24. Andy Huelves (6), 25. Jan Zidek (10), 31. Javonte Brown (4), 33. Alberto Alonso (13), 35. Rodrigo Seoane (12), 55. Gerard Jofresa (20), 60. Ayoze Alonso (8).
Club Melilla Baloncesto (91): 0. Jeffrey Godspower (0), 1. Darel Poirier (9), 4. Stefan Peno (), 7. Pablo Córdoba (11), 9. Iván Cruz (16), 12. Pavlo Krutous (6), 13. Javi Bosch (), 21. Ludgy Debaut (12), 22. Christian Díaz (16), 33. Morgan Stilma (7), 44. Javi García (14).
Equipo arbitral: López Herrada, Enrique. Martínez Prada, Jesús Marcos. Caamaño Muñoz, Jorge.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de Primera FEB entre el Grupo Ureta Tizona y el Club Melilla Baloncesto disputado en el Polideportivo Municipal El Plantío, con 1451 espectadores. Partido trascurrido sin incidentes.
Figuras destacadas y factores decisivos
- Iván Cruz, del Melilla, fue elegido MVP del partido pese a la derrota: marcó 16 puntos y capturó 10 rebotes, logrando 22 de valoración.
- Gerard Jofresa fue clave para el Tizona: aportó 20 puntos (4/5 en tiros de dos, 3/6 en triples), capturó 4 rebotes y dio 2 asistencias.
- Las bajas de Stefan Peno y Mustapha Heron restaron a Melilla poder ofensivo exterior.
- La profundidad de plantilla de Burgos y su acierto colectivo resultaron determinantes.
Conclusiones:
Un equipo que sabe a qué juega
Desde el primer cuarto, el conjunto dirigido por Jordi Juste demostró que lo suyo no es improvisación. El sistema funciona. Hay automatismos. Hay juego colectivo. Y, sobre todo, hay rotación.
La profundidad de banquillo del Tizona es una de sus principales fortalezas. Hasta 10 jugadores anotaron, y varios superaron la decena de puntos. En una liga larga como esta, eso no es un detalle menor: es una ventaja competitiva.
Gerard Jofresa volvió a ser el que era
En un equipo con tantas opciones ofensivas, destacar no es fácil. Pero Gerard Jofresa lo hizo.
El escolta fue el catalizador del ataque burgalés: 20 puntos con gran eficacia en tiros, energía atrás, y una lectura de juego propia de alguien que conoce el oficio. Su liderazgo silencioso se notó en los momentos en que Melilla apretó.
Melilla, con luces… y sombras
El equipo de Javi Nieto mostró fases competitivas. Incluso llegó a situarse a solo dos puntos (55‑53) en el tercer cuarto. Pero ahí se acabó la historia. Tizona subió una marcha, ajustó la defensa, y con dos triples consecutivos —Zidek y “Totte” Alonso— cortó de raíz cualquier intento de remontada.
El mejor del cuadro visitante fue, sin duda, Iván Cruz, con un doble-doble de 16 puntos y 10 rebotes. Pero las ausencias de Peno y Heron pesaron demasiado. El equipo lo notó especialmente desde el perímetro (5/20 en triples).
¿Por qué Tizona se llevó el partido?
Tizona dominó los intangibles:
- Mejor porcentaje de tiro exterior.
- Mayor control del rebote defensivo.
- Más equilibrio en las rotaciones.
- Inteligencia táctica para frenar los parciales del rival.
Y además, el ambiente en El Plantío jugó su papel. No es casualidad que en los momentos más críticos, cuando Melilla se acercaba, el pabellón apretara y el equipo respondiera con solvencia.
¿Puede ser el inicio de algo grande?
Hay que ser prudentes. Es solo la jornada 1. Pero si este partido sirve como termómetro, el Tizona tiene madera de aspirante. No solo por el marcador, sino por cómo lo logró: sin depender de una sola figura, con intensidad constante, y sabiendo leer los momentos del partido.
Para Melilla, la lectura es diferente. La derrota duele, sí, pero hay tiempo y margen para crecer. El equipo mostró carácter y pelea. Cuando recuperen a sus piezas clave, serán un rival incómodo para cualquiera.