Mario Lera – Campo Atrás
El Buesa Arena vivió una noche de infarto y de las que hacen afición, pero también de las que duelen. Baskonia rozó la épica ante Panathinaikos, igualando un partido que tuvo siempre cuesta arriba, pero un último destello de calidad de Kendrick Nunn sobre la bocina dio la victoria (84-86) al conjunto heleno, que rompió la tendencia de los últimos enfrentamientos entre ambos (en los que siempre ganó el equipo local) y se llevó un triunfo de prestigio en Vitoria.
Un inicio dubitativo y un debut esperado
El choque comenzó con Baskonia atenazado, errático en ataque y blando en defensa. Forrest inauguró el marcador baskonista, pero Panathinaikos respondió con autoridad para poner el 3-7 inicial. Los hombres de Pablo Galbiati no encontraban ritmo y sufrían en el balance defensivo. En ese contexto, llegó el esperado debut de Kurucs, que entró en pista con el 5-9 tras perderse el inicio de temporada por lesión.
El primer cuarto fue un reflejo de las dudas locales: Nunn —que ya empezaba a avisar— clavó el primer triple del partido para el 7-14, mientras que el primer acierto exterior baskonista llegó de la mano de Luwawu-Cabarrot desde la esquina, cerrando el periodo con un 14-20.
La tormenta verde y la reacción vitoriana
El segundo cuarto arrancó con energía para los locales, nuevamente liderados por el alero francés (16-20), pero la calidad individual del Panathinaikos se impuso. Sloukas, Osman y un eléctrico Nunn castigaron cada despiste, ampliando la diferencia hasta el 19-30. Galbiati detuvo el partido, consciente de que su equipo se desangraba.
Nowell y Diallo intentaron reanimar a un Baskonia demasiado precipitado, que logró acercarse (34-37) tras un arreón defensivo y un triple de Forrest. Sin embargo, la primera mitad acabó con polémica: una discutida antideportiva señalada a Nowell sobre Juancho Hernangómez provocó una sonora pitada del Buesa antes del descanso (36-42).
Reacción y recaída
El paso por vestuarios sentó bien a Baskonia, que salió con un parcial de 7-0 liderado por Sedekerskis y Diakité para ponerse por delante por primera vez (43-42). Pero el espejismo duró poco. Panathinaikos recuperó el control del partido con su habitual solvencia. Un triple de Juancho y la agresividad de Nunn devolvieron la renta griega (45-55), mientras el conjunto vitoriano acumulaba errores atrás y mostraba grietas en las ayudas defensivas.
El tercer cuarto fue un calvario: Nunn, intratable, alcanzó los 22 puntos, y los atenienses se marcharon al último periodo con una cómoda ventaja (56-71).
El Buesa creyó hasta el final
Baskonia, fiel a su carácter, volvió a apretar los dientes en el último cuarto. Kurucs, con un 2+1, recortó distancias (63-73), y Forrest y Diallo mantuvieron viva la esperanza. A cuatro minutos del final, el marcador reflejaba un 71-76 y el público soñaba con la remontada. Cada vez que el conjunto azulgrana amenazaba, Panathinaikos respondía con temple, guiado por un Nunn que parecía imparable (73-82).
Aun así, el corazón baskonista no se rindió. Luwawu-Cabarrot clavó un triple (78-82), Diallo acercó aún más con otro (81-84), y Forrest se vistió de héroe en los segundos finales: anotó un tiro libre, falló el segundo a propósito, capturó su propio rebote y empató en el aire (84-84) con solo cuatro segundos en el reloj. El Buesa rugía.
Pero entonces apareció el hombre de la noche. Kendrick Nunn, con dos defensores encima, se elevó y firmó una canasta imposible sobre la bocina. Silencio sepulcral en el pabellón. El exjugador NBA cerraba su actuación con 30 puntos y el triunfo para Panathinaikos (84-86).
Baskonia sigue sin ganar
El conjunto vitoriano continúa sin conocer la victoria ni en Euroliga ni en Liga Endesa (0-4) y buscará reaccionar este domingo ante el Real Madrid. La entrega del equipo y la conexión con el público fueron notables, pero los errores defensivos y la irregularidad ofensiva vuelven a dejar a Baskonia con la miel en los labios.
Panathinaikos, por su parte, confirma su candidatura seria al título con una actuación coral, liderada por un Nunn estelar y un banquillo profundo.
84 – Baskonia: Forrest (15), Markus Howard, Diallo (15), Sedekerskis (10) y Diakité (6) -quinteto titular- Nowell (11), Kurucs (7), Luwawu-Cabarrot (16), Spagnolo (1), Diop (3) y Samanic.
86 – Panathinaikos: Nunn (30), Grant (2), Osman (20), Juancho Hernangómez (15) y Yurtseven -quinteto titular- T.Shorts (5), Holmes (4), Sloukas (2), Rogkavopoulos (2), Samodurov , Grigonis y Mitoglu (6).
Parciales: 14-20, 22-22 (36-42); 20-29, 28-15 (84-84)
Árbitros: Damir Javor, Luka Kardum y Huseyin Celik
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 3 de la Euroliga, disputado en el Fernando Buesa Arena ante 8.700 espectadores.