La Penya sigue viva en la Eurocup y consigue vencer al Dreamland Gran Canaria a domicilio por 77 a 83.
Los catalanes comenzaban muy bien con 5 puntos de un activo Yannick Kraag. Tobey igualaba el partido con un triple frontal. Pustovyi castigaba la pintura y ya sumaba 4 tantos en su haber.
Tobey volvía a empatar el partido a 9, y era Kassius Robertson el que aportaba una gran penetración (9-11). Shurna con un mate ponía por delante al Gran Canaria y ahora era Albicy el que volvía a dar ventaja (15-13).
Conditt ponía el +4 para los canarios, que terminaban el cuarto con una mejor imagen que los catalanes para vencer 23 a 15.
El Joventut despertaba con dos triples seguidos de Gates y Robertson. El canadiense reaccionaba y conseguía empatar el encuentro haciendo parar el partido a Jaka Lakovic (27-27).
Tobey se volvía a abrir para encestar un triple, pero Tomic sorprendía con un potente mate y Dekker hacía dos buenas penetraciones para que la Penya se marchara de 5 (30-35).
Los catalanes estaban por delante, pero un 2+1 de Brussino y un palmeo de Shurna igualaban el duelo a 37 y era la diferencia con la que se llevaba al descanso.
Hanga encestaba los 7 primeros puntos de los de Badalona, aunque Pelos acercaba a 2 al conjunto ‘pío-pío’ (42-44). Tobey aportaba otro triple para avanzar al Dreamland Gran Canaria.
La Penya seguía a buen nivel y conseguía una máxima de 9 puntos con 4 tiros libres de Sam Dekker (45-54). Con un triple de Oni la renta se ampliaba a 12 (45-57).
Con esos doce puntos el Joventut se iba a falta de 10 minutos (50-62).
La respuesta al triple de Oni fue de Shurna desde la esquina. Salvó era la referencia en estos instantes de los canarios, pero la Penya mantenía bien las ventajas con una diferencia de 11 puntos y un buen Pustovyi cargando el rebote (63-74).
El Joventut se despistaba en estos momentos y el Gran Canaria con buenas transiciones se colocaba a 9 puntos a falta de 2 minutos (69-78).
Dekker ponía a la Penya a 12, con otra vez contestación de Shurna y otro de Ngouama (75-81). Ngouama con una penetración dejaba la diferencia en 4 a falta de 35 segundos.
Ngouama se jugaba otro triple, pero ahora lo erraba y Kassius Robertson no fallaba desde la personal (77-83)