El baloncesto moderno exige ajustes defensivos dinámicos, especialmente cuando enfrente está un jugador como Marcelinho Huertas, un auténtico estratega en pista. Gerard Encuentra, entrenador del Hiopos Força Lleida, ha demostrado que incluso las mentes más brillantes pueden ser neutralizadas con planificación y ejecución impecable.
En su reciente enfrentamiento contra el Tenerife, los de la terrra ferma, implementaron una defensa especializada sobre Huertas, diferenciando sus acciones según el lado del bloqueo o el tipo de situación que se presentara. Este planteamiento no solo muestra la flexibilidad táctica del equipo, sino también la capacidad de Encuentra para identificar patrones y debilidades en el juego del rival.
La clave estuvo en tres lecturas fundamentales:
- Indirectos: Cuando Huertas buscaba moverse sin balón, el defensor perseguía cada línea de pase, negándole la comodidad de recibir en ventaja. Este enfoque redujo significativamente su capacidad de generar juego desde situaciones estáticas.
- Bloqueos directos hacia la derecha: Aquí el Lleida optó por un «green» o defensa de tercer hombre, pasando por detrás del bloqueo. Esta estrategia buscaba negar la penetración directa y forzar a Huertas a utilizar su tiro, restándole opciones de pase y minimizando el impacto de su creatividad.
- Bloqueos directos hacia la izquierda: En este caso, la defensa aplicó un «show», presionando con intensidad para retrasar la acción del base y ganar tiempo para que el resto del equipo recuperara posiciones.
Estos ajustes no solo son un ejemplo del baloncesto táctico que caracteriza a Gerard Encuentra, sino también una prueba de cómo un equipo puede competir al máximo nivel con recursos bien ejecutados. Este planteamiento no solo frenó a Huertas, sino que ofreció un mapa para defender a jugadores de su calibre.