
Desde el imponente Belgrado Arena, uno de los templos del baloncesto europeo, el Partizan salió con la motivación extra que siempre le da jugar ante su gente. Y esa energía se notó desde el salto inicial: un ritmo altísimo, defensa agresiva y un ataque atrevido liderado por un Sterling Brown sensacional, que marcaba diferencias en cada acción.
El Olimpia Milano, sin embargo, no tardó en responder. Shavon Shields asumió galones y mantuvo a los italianos en el partido con su capacidad anotadora. El segundo cuarto arrancó con dudas en ataque del Partizan, traducidas en pérdidas de balón que el conjunto lombardo supo castigar. Cada intento de reacción de los de Željko Obradović encontraba la respuesta inmediata de Nebo y Leday, que sacaban ventaja sobre los interiores Pokuševski y Osetkowski.
Pero a falta de tres minutos para el descanso, el quinteto formado por los “hermanos” Jones, Brown, Parker y Bonga devolvió la intensidad y la energía a los locales. Con un parcial imponente, el Partizan cerró la primera parte con ventaja clara y el Belgrado Arena en pie: 45-33 al descanso.
La segunda parte comenzó como había terminado la primera: con un Partizan que parecía un rodillo, destrozando los esquemas de Ettore Messina gracias a la inspiración de un Sterling Brown imperial (el mejor del partido), y con buenos minutos de Jabari Parker en ataque y Isaac Bonga en defensa.
Sin embargo, el Armani Milano supo reaccionar cuando más difícil lo tenía. Los triples de Brooks y Shavon Shields, pero sobre todo la irrupción de Marko Gudurić –ex Estrella Roja y archienemigo de los Grobari– encendieron las alarmas con una serie de acciones determinantes que parecían conducir a la remontada.
El encuentro se transformó en un auténtico thriller. Con el Milano cada vez más cerca, una polémica falta inexistente dejó eliminado a Jabari Parker, desatando la indignación en el Belgrado Arena, donde incluso cayeron objetos a la pista. Poco después, una penetración de Carlik Jones con clara falta no señalada dejó la posibilidad a Gudurić de jugarse el último tiro con los italianos dos abajo.
El serbio buscó el triple ganador, pero falló. El Partizan respiró aliviado y celebró su primera victoria de la temporada (80-78), en un final de infarto que mantuvo en vilo a toda Belgrado.