La Laguna Tenerife sigue intratable. El conjunto aurinegro sumó su tercer triunfo consecutivo en la Liga Endesa tras imponerse con autoridad al UCAM Murcia (96-80), en un partido que controló de principio a fin. Los de Txus Vidorreta, sólidos atrás y brillantes en la circulación de balón, supieron castigar cada error murciano y consolidar su dominio en casa. En el día en que Marcelinho Huertas alcanzaba los 700 partidos en la competición, los tinerfeños firmaron otra actuación coral, con cinco jugadores por encima de la decena de puntos.

En cambio, el UCAM Murcia se dejó el liderato y, sobre todo, la identidad que le había llevado a un arranque perfecto. Los de Sito Alonso, muy desacertados desde el triple (0/10 al descanso, 4/22 al final), perdieron consistencia defensiva y no encontraron soluciones colectivas. Solo DeJulius y Sant-Roos ofrecieron resistencia en un partido donde los visitantes debieron mostrar más físico y acierto para llevarse la victoria.

El encuentro comenzó con un UCAM intenso, agresivo y dispuesto a correr. El 0-6 inicial con Cacok y DeJulius marcando el ritmo fue un espejismo. Tenerife reaccionó con su habitual paciencia, aprovechando las faltas tempranas de los murcianos y apoyándose en Shermadini y Giedraitis. Un parcial de 13-0 volteó el marcador y obligó a Sito Alonso a parar el juego. El empuje de Sant-Roos equilibró momentáneamente las fuerzas, pero Jaime Fernández y Huertas, con su maestría habitual, cerraron el primer cuarto con ventaja local (26-22).

En el segundo periodo, el Canarias dio un golpe sobre la mesa. Con el control del ritmo y la serenidad en cada posesión, los tinerfeños abrieron brecha. Mientras el UCAM seguía sin anotar desde el perímetro, los aurinegros encontraban canastas fáciles. Giedraitis, imperial en ambos lados de la pista, y Fran Guerra, sólido en el poste, lideraron un parcial que llevó el marcador al 47-32 al descanso.

El paso por vestuarios no cambió el guion. DeJulius intentó reanimar a los suyos con 14 puntos en el tercer cuarto, pero el Tenerife no perdió el control. Cada intento de remontada murciana fue respondido con solvencia por los locales que manejaron el ritmo del partido en todo momento. Huertas, junto a Jaime Fernández y Doornekamp, castigó los desajustes defensivos de un UCAM que nunca volvió a acercarse en el marcador. Con el acierto exterior de los locales y el dominio interior de Shermadini, la ventaja creció hasta los 17 puntos (74-57).

El último cuarto sirvió para confirmar sensaciones: Tenerife jugó a placer, moviendo el balón con fluidez y cerrando bien el rebote. Radebaugh y Sant-Roos tiraron de orgullo para maquillar el resultado, pero el conjunto murciano fue incapaz de recuperar la intensidad que lo había caracterizado. Ennis se marchó sin anotar, Cacok perdió protagonismo y el equipo se vio superado por el orden y la experiencia del rival.

Victoria merecida para La Laguna Tenerife que sigue en velocidad de crucero, demostrando su capacidad para adaptarse a cualquier ritmo de partido y su equilibrio entre veteranía y eficacia. El UCAM, por su parte, vuelve a casa con la primera derrota del curso y la necesidad de reencontrarse con su esencia defensiva y colectiva si quiere seguir entre los aspirantes de la zona alta.