
El cálculo estratégico del retorno de Lluís Costa a Covirán
ADELANTO. La noticia del regreso de Lluís Costa a Covirán fue adelantada ayer, martes 21 de octubre de 2025, por @alhambasket en X:
El baloncesto, a veces, exige menos épica y más pragmatismo. El regreso de Lluís Costa al Coviran Granada ayer no es un mero gesto de romanticismo, sino una maniobra ejecutada con bisturí: una recalibración estratégica de alto valor y bajo riesgo. Este movimiento se ha impuesto como una necesidad urgente tras el inicio de temporada 0-3 y el evidente déficit de rendimiento en la posición de base, personificado en las deficiencias estadísticas de Mica Speight.

La directiva nazarí ha antepuesto la estabilidad y el conocimiento institucional a la velocidad pura, optando por una solución que trasciende la pista. Su profunda familiaridad con la cultura del club y la exigencia de la Liga Endesa sofoca cualquier crítica inicial sobre su potencial falta de rapidez o debilidad defensiva. Su disponibilidad en mitad de la temporada, tras rescindir su contrato en Tenerife, lo convierte en un activo de rendimiento probado y a un coste financiero asumible.
Si bien Ramón Díaz, el entrenador, ha invocado la necesidad de una mayor dureza y tenacidad mental, la situación exigía, de forma aún más perentoria, orden y control. Costa, apodado «el mago» por la afición en su etapa anterior, es la quintaesencia de la dirección de juego. Su fichaje es la piedra angular para restaurar el pulso de Covirán y perseguir el único objetivo que importa: la permanencia.
El déficit de rendimiento y el efecto revulsivo
El inicio de la campaña 2025-2026 ha sido un bautismo de fuego. Tras tres jornadas sin victoria, la inestabilidad se ha concentrado en la dirección de juego, comprometiendo gravemente el flujo ofensivo. El problema principal no es la falta de talento, sino una deficiencia sistémica en el control del balón que ha provocado pérdidas costosas y ofensivas ineficientes.
La evidencia más contundente del fracaso de esta transición se encuentra en el análisis de Mica Speight. Tras participar en los tres primeros encuentros, su Valoración Media (Efi.) es de -2.7 por partido. Un rendimiento sub-cero no es discreto; significa que Speight está restando activamente valor estadístico al equipo mientras está en la cancha. A este dato demoledor se suma un problema grave de toma de decisiones, con una relación Asistencias-Pérdidas (A/T) de solo 0.76, muy por debajo del estándar de la Liga Endesa.
La ayuda a Jonathan Rousselle
La llegada de Lluís Costa opera como un catalizador positivo para Jonathan Rousselle. El base francés, un pilar y capitán del equipo que ya afronta su tercera temporada en Granada, ha tenido que asumir una responsabilidad desmedida en la creación de juego en el inicio de curso. Esta presión adicional lo ha obligado, en ocasiones, a desviarse de su rol más eficiente: el de base-escolta con capacidad para anotar y generar desde el pick and roll.
La presencia de Costa, un gestor puro con 12.0 de valoración promedio en su historial en Covirán, permite a Rousselle liberar carga en la distribución y concentrarse en la finalización. Al compartir el peso de la dirección y el manejo del tempo, el rendimiento de Rousselle debería estabilizarse y acercarse a su potencial ofensivo, aportando la anotación y la chispa que el equipo necesita desesperadamente.
El revulsivo para Mica Speight
Si bien los números en la ACB han sido demoledores para Covirán, es un error ignorar las «otras mimbres» que se vieron en Mica Speight antes del inicio de temporada. El base estadounidense, que llegó con experiencia en ascensos desde LEB Oro y una renovación de confianza por parte de la directiva, mostró destellos de velocidad y una mano caliente en la pretemporada.
El fichaje de Lluís Costa puede y debe ser interpretado por Speight como un revulsivo y no solo como un castigo. Al asumir Costa el rol de base principal, Speight verá sus minutos drásticamente reducidos, sí, pero también disminuirá la presión de tener que ser el timón de un equipo en crisis.
El cuerpo técnico puede ahora redefinir su función: limitado a explosiones de energía cortas, buscando desequilibrio y anotación sin la obligación de gestionar el ritmo del partido durante 20 minutos. Es la oportunidad para que Speight, sin la losa de la titularidad en un 0-3, redescubra la confianza, minimice los errores en la toma de decisiones y demuestre la velocidad y el potencial ofensivo que la directiva vio en él inicialmente. El éxito del movimiento no solo pasa por Costa, sino por cómo su llegada recoloca al resto de la rotación.
Encaje Táctico: La Disciplina sobre la Aceleración
El fichaje de Costa podría parecer contradecir la búsqueda de «velocidad» o «dureza» por parte de Díaz. Sin embargo, esta aparente contradicción se resuelve al considerar la necesidad táctica más inmediata del equipo: la disciplina y el control.
La prioridad de un equipo con 0-3 y un base con una valoración de -2.7 no es acelerar, sino reducir drásticamente el error. El control que aporta Lluís Costa es la solución más efectiva contra el caos ofensivo. Su alto coeficiente intelectual baloncestístico garantiza que el equipo obtenga una posesión de calidad en el ataque estático.
El club ha tomado la decisión analíticamente correcta de priorizar la fiabilidad veterana (el suelo de rendimiento conocido de Costa) sobre el riesgo atlético de un base importado inestable (el techo fallido de Speight). Al instalar a Costa, el cuerpo técnico opta implícitamente por la disciplina sobre la aceleración como vía para revertir la racha de derrotas. El control de Costa minimiza las posesiones perdidas y los tiros forzados, reduciendo así la necesidad de una defensa frenética en transición causada por pérdidas de balón.
Conclusiones: La Supervivencia de Covirán pasa por el Orden
El fichaje de Lluís Costa por el Coviran Granada representa una maniobra estratégica multifacética que aborda con éxito las carencias deportivas más acuciantes. La alegría manifestada por la afición rojinegra ante el regreso de «el mago» está plenamente justificada por su impacto inmediato:
- Estabilización del Liderazgo: Costa proporciona un nivel de rendimiento (12.0 histórico) y seguridad en el manejo del balón (un contrapeso vital al -2.7 de Speight) que es fundamental.
- Ayuda al Ecosistema: Libera a Rousselle de la presión de la dirección principal, permitiéndole concentrarse en la anotación, y ofrece una vía para que Speight reinicie su adaptación desde un rol de menor presión.
- Priorización de la Disciplina: El club ha priorizado el control y la experiencia de Costa sobre la búsqueda de velocidad, la cual solo generaba más caos en un contexto de inestabilidad.
Su experiencia en batallas por la permanencia y ascensos indica que es el jugador idóneo para el tipo de baloncesto de bajo margen y alto desgaste emocional que necesita Granada para sobrevivir. Lluís Costa aporta la solidez y el conocimiento de la liga necesarios para lograr las victorias de margen estrecho que aseguran la permanencia.
Yo particularmente soy feliz con esta noticia, su amigo Pere Tomas tambien estará feliz y gran parte de la afición. Pero cuidado, la llegada de Lluis no nos va a dar victorias mañana, pero seguro va a ayudar mucho. Covirán tiene un calendario complicado donde los partidos que les quedan en casa hasta la jornada 10 son: Valencia, Madrid y Zaragoza y los partidos que en teoría son del nivel de Covirán son todos fuera: Lleida, Breogán, Girona y Andorra.




