
El escolta mallorquín pone fin a su carrera como jugador de baloncesto tras 14 temporadas y a sus 31 años.
El capitán azulgrana ha anunciado su decisión mediante una carta dirigida a la afición en redes sociales. En la carta comunica que la decisión no ha sido nada fácil, pero que ha sido una decisión muy pensada y meditada. ¿Quién sabe si los caminos del jugador y el baloncesto se pueden volver a cruzar? En una de sus últimas frases, el jugador asegura que estará siempre conectado con el deporte de su vida: “El baloncesto seguirá siendo parte de mi vida, pero ahora es tiempo de estar con la familia y disfrutar de una nueva etapa”.
Desde sus primeros botes en las pistas del Colegio La Salle de Palma hasta su consolidación en la élite europea y su paso por la NBA, Abrines ha construido una carrera caracterizada por el talento, la disciplina y la humildad. Tras formarse en las categorías inferiores del Unicaja, donde debutó en la ACB en 2011, dio el salto al FC Barcelona en 2012 y entre 2016 y 2019, vivió la experiencia NBA con los Oklahoma City Thunder, compartiendo vestuario con estrellas como Russell Westbrook. En la NBA pasó por una crisis personal y tanto el jugador como el club decidieron separar los caminos. Es así como en 2019 Abrines regresaba al Barça para vestir la camiseta azulgrana hasta el día de hoy y convertirse en el capitán del equipo.
El palmarés del jugador mallorquín no se queda corto: tres títulos de Liga Endesa, tres Copas del Rey, una Supercopa y varios trofeos de la Liga Catalana con el FC Barcelona. Como miembro de la selección española, logró el bronce olímpico en Río 2016 y otro más en el Eurobasket de 2017, además de un oro con galardón de MVP en el Europeo Sub-18 de 2011.
Abrines deja la pista con la misma elegancia con la que jugaba: sin hacer ruido, pero dejando una marca imborrable.