Álex Abrines fue muy crítico con la situación de su equipo tras la derrota ante el Bàsquet Girona que está al borde de no aparecer en la foto de la Copa del Rey de este año tras casi 60 años y siendo el segundo club con más títulos de la competición.
El capitán blaugrana habló para el canal Jijantes en Twitch al acabar el partido y dejó perlas en sus declaraciones, en una situación límite para un equipo que se construyó para, como siempre, luchar por todo.
El balear analizó el partido: “Hemos remontado la desventaja que teníamos al descanso en el tercer cuarto y luego no hemos sabido mantener nuestra renta. Estábamos jugando de una manera, con unos sistemas, sacando las ventajas que podíamos, y hemos dejado de atacar de esa manera para pasar a hacerlo de otra que está claro que no ha salido bien«.
No quiso señalar a nadie, como es normal y la culpa la asumió para todo el equipo: «Al final no es culpa de nadie, somos un equipo y estamos juntos en esto. Y es algo que hay que cambiar, pero al final las palabras se las lleva el viento y hemos hablado ya muchas veces.»
Abrines sabe que no es algo nuevo la mala racha del equipo que el año pasado acabó en blanco el curso dirigidos por Roger Grimau: «Obviamente, la situación no es mala ahora, es mala desde hace mucho tiempo y no hemos conseguido reaccionar y dar con la tecla. Me sabe mal, no solo por nosotros, que somos los primeros que estamos ahí al pie del cañón, también porque estamos defraudando a una afición que durante tantos años nos ha dado tanto. Y no estamos a la altura ahora«.
Continuaba afirmando lo siguiente: «No tengo palabras, no sabemos jugar. Hemos vuelto a empezar muy mal, hemos encajado 51 puntos al descanso. Solo con talento no basta, tenemos que jugar más como equipo. Soy el primero que critico al equipo. No estamos dando la cara, no somos capaces de entender que significa este escudo. Es ridículo tras ridículo«.
Por último confirmó que hay dudas dentro del vestuario, algo que se nota con los nervios que se juegan los momentos decisivos de los partidos: «Con los jugadores que tenemos, no habría que estar como estamos. Y cuando las cosas van mal, surgen las dudas. Hemos hecho partidazos, pero no somos un equipo competitivo, lo hemos hablado muchas veces pero la dinámica no cambia”.
Ahora tienen dos finales ante Dreamland Gran Canaria y Bilbao Basket que deben ganar y esperar que hacen sus rivales directos para estar en la Copa del Rey 2025.