Ane Olaeta, jugadora de Gernika-Lumo, tomó la decisión de regresar a su club de origen,el Lointek Gernika Bizkaia, para la temporada 2024/2025. Después de completar su formación en Estados Unidos y de contar con dos años de experiencia profesional en el Duran Maquinaria Ensino, Olaeta se une a una plantilla que ya cuenta con jugadoras destacadas como Itziar Ariztimuño, Kendra Chery, Marta Alberdi y Laura Westerik, aumentando así las expectativas para la vigente temporada. 

Criada en la localidad de Guernica, Olaeta debutó en la Liga Femenina Endesa con el Lointek Gernika Bizkaia, donde comenzó a forjar su carrera en el baloncesto. Durante su estancia en la universidad californiana de CBU, se destacó como una jugadora clave, y su último rendimiento en Ensino la consolidó como un talento a seguir, promediando 4,4 puntos, 1,9 rebotes y 1.4 asistencias por partido la pasada temporada. En sus propias palabras, la base ha expresado su emoción por regresar a casa: “Tenía muchas ganas de volver a casa y estoy muy agradecida al club por la oportunidad que me han dado”.

Foto: Lointek Gernika Bizkaia

«Me considero una persona risueña, muy alegre, me gusta mucho reírme y me gusta mucho estar en familia« Ane Olaeta

¿Cómo describirías tu infancia en Maloste y cómo influyó en tu desarrollo como persona y deportista?

Tengo buenísimos recuerdos de la infancia en Guernika. Al final jugaba con mis amigas y aún tengo muchísimo trato con ellas. De hecho juego con Marta Alberdi, que es una de mis compañeras. Y bueno, yo creo que al final el baloncesto es disfrutar. Cuando vuelvo a Guernika ese es el lema o esa palabra que tengo en mi cabeza, que al final es donde empecé a jugar y a disfrutar. Sí que es mi trabajo, pero me recuerda a eso, a pasármelo muy bien.

Mirando hacia el pasado, ¿hubo algún momento en tu carrera que consideras clave para tu desarrollo como jugadora?

Yo creo que cuando estuve en Guernika era muy muy joven. Es verdad que subía a entrenar. Y que confiaran en mí esos años yo creo que fue clave. Debuté también con 16 años y yo creo que ahí sí que vi un poquito de mi futuro en el baloncesto. Pero bueno, no tenía muy muy claro lo que quería hacer. Pero creo que los años de Estados Unidos sí que fueron claves para verme en un ámbito profesional.

¿Qué significa para ti regresar a tu club de origen, el Lointek Gernika Bizkaia, y cómo te sientes al volver a casa?

La palabra es ilusión y placer. Al final, después de 7 años fuera, venirte a casa creo que ha sido la mejor noticia para mí y para mi familia. Echaba mucho de menos estar en casa, verlos todos los días, salir a la calle, ver gente que conozco, estar con mis amigas… Al final estoy muy agradecida de la oportunidad que me han dado. La verdad que lo agradezco mucho, mucho. Y estoy súper, súper contenta de estar en casa. Creo que después de 7 años lo necesitaba.

Tras tu experiencia en el Duran Maquinaria Ensino, ¿qué habilidades o aprendizajes sientes que has traído contigo y que te gustaría implementar en tu regreso al Gernika?

El primer año de Ensino fue de adaptación. Como tú bien dices, la Liga universitaria y la Liga Endesa son muy diferentes. La Liga femenina yo creo que es más exigente tácticamente. Y bueno, al final es adaptarse a un baloncesto diferente, de distintas características, que me costó. Ensino yo creo que fueron años de adaptación. Es verdad que cuando llegué, yo siempre me pongo objetivos, y fui muy autoexigente conmigo misma. Es verdad que he aprendido que hay que ser exigente con una misma, pero hasta un límite. Que al final, pues las cosas trabajando salen, que no hay que tener prisa. Yo creo que la palabra otra vez es disfrutar en vez de ponerse tantas exigencias.

¿Cuáles son tus motivaciones fuera del baloncesto y cómo influyen en tu vida como atleta?

Por ejemplo, acabo de ser tía y ver a mi sobrino es una motivación porque yo en un futuro sí que quiero ser profesora o quiero estar en el ámbito de los niños. También doy clases particulares a una niña de 11 años. Son pequeñas motivaciones que bueno, te evaden un poco del baloncesto y que dices pues aparte del baloncesto también hay más cosas. Que el baloncesto es mi trabajo, sí, pero hay más cosas importantes en la vida.

¿Cómo manejas la presión y el estrés que conlleva ser una deportista de alto nivel?

Hay que balancearlo todo. Al final no todo es muy malo ni todo es muy muy bueno. Como tengo yo tatuado, never too high, never too low, como dice Ricky Rubio. Y que no hay que llevar las cosas al extremo. Es verdad que llegan momentos duros cuando eres deportista, porque a veces no te salen las cosas. Pero al final del túnel siempre hay alguna lucha. Hay pequeñas victorias, como digo yo, día a día y hay que celebrarlas. No ponerte muy muy autoexigente contigo misma. 

El baloncesto femenino está ganando cada vez más visibilidad. ¿Qué piensas sobre el futuro de este deporte y cuál es tu papel en él?

Creo que sí que se están haciendo las cosas mejor. Es verdad que vamos poco a poco, que son pasitos pequeños. Pero bueno, yo creo que se pueden hacer cosas, pues antes. No sé, lo de la profesionalidad en la Liga. Al final lo hemos conseguido, pero ha costado lo suyo. Poco a poco ya la gente va confiando más o va apostando más por el básquet femenino. Es más visible. Al final la Liga femenina en España tiene un nivelazo. Viene gente de todo el mundo. Por eso tiene el nivel que tiene. Pero en un futuro, personalmente, no sé. Yo creo que apostaré por la Liga Femenina, obviamente. No sé cuándo me retiraré, pero cuando lo haga, pues seguiré viendo, seguiré apostando y apoyando. Todo lo que pueda hacer, pues porque creo que las jugadoras se merecen tener ese apoyo. Tener los mismos derechos que los chicos. A ver si llegamos algún día a eso, ¿no?

¿Cuál es el legado que quieras dejar como jugadora?

Que me recuerden como una persona que va a comerse las líneas todos los días. Con una sonrisa, que va a haber días peores o mejores. Pero bueno, que me recuerde como con garra, con alegría. Con un trabajo de día a día.