Por Mario Lera

El Real Madrid certificó su pase a semifinales tras imponerse en un Buesa Arena abarrotado (12.154 espectadores) a un Baskonia que firmó su epitafio con una de sus mejores versiones ofensivas en el primer cuarto. El equipo de Chus Mateo se impuso por 103-112 en un duelo de altos vuelos, dominado durante tres cuartos por el ritmo, el acierto desde el perímetro y un duelo estelar entre Forrest y Llull, con mención especial para un imperial Campazzo.


Una primera parte con sabor a festival (56-54)

El partido arrancó como una tormenta eléctrica. El Real Madrid marcó su hoja de ruta desde el salto inicial: buscar a Tavares bajo el aro para castigar a Samanic. Pero el pívot balcánico respondió con solvencia, iniciando su recital con un triple desde la esquina. Lo que vino después fue un intercambio de golpes a ritmo de triple: Llull, Forrest, Campazzo, Howard, Samanic, Moneke… todos se sumaron al tiroteo. Baskonia firmó un demoledor 9/12 en triples en el primer cuarto, que cerró Baldwin con una bomba desde la esquina (33-27).

Samanic brilló con luz propia en los primeros compases: 13 puntos en el primer cuarto, dominando desde fuera y plantando cara a Tavares en la pintura. El segundo cuarto mantuvo el vértigo: Rogkavopoulos, Sedekerskis y Baldwin siguieron haciendo daño desde fuera (43-35), pero el Real Madrid supo resistir el temporal. Un mate de Bruno Fernando, seguido de cinco puntos seguidos de Musa, permitió a los blancos engancharse al partido.

Baskonia perdió algo de energía atrás y lo pagó caro: Campazzo se encargó de aprovechar la desconexión con un 3+1 que dejó el marcador en 56-54 al descanso. El Buesa Arena, encendido, comenzaba a temer lo peor.

El Madrid ajusta y golpea (81-88)

Tras el descanso, el guion cambió: menos ritmo, más control. Forrest y Campazzo mantuvieron la dirección de sus respectivos equipos, pero el Real Madrid supo sacar partido de la calidad de sus estrellas. Samanic continuó con su mejor actuación como baskonista, anotando un nuevo triple (71-70), pero Hezonja y Campazzo lideraron la remontada blanca con temple y calidad. El tercer cuarto se cerró con un triple sobre la bocina de Feliz (81-88) que dejó tocado al conjunto de Pablo Laso.

Forrest no basta ante el empuje blanco

El último periodo arrancó mal para Baskonia. Howard maquilló con un triple (84-92), pero Real Madrid golpeó con contundencia. Un nuevo 3+1 de Luwawu-Cabarrot encendía las opciones locales (91-98). El francés recortó de nuevo con una bandeja, pero Llull —siempre Llull— volvió a silenciar el pabellón con otro triple (93-101).

Forrest, en su noche más inspirada, intentó rescatar a los suyos con dos canastas consecutivas (101-107), y Howard tuvo en sus manos la posibilidad de colocar al equipo a solo dos puntos, pero erró el tiro lejano. Tavares no perdonó desde la línea (103-112) y sentenció un partido eléctrico.

Año para olvidar

Con este resultado, el Real Madrid cierra la serie (2-0) y deja a Baskonia fuera de las semifinales, poniendo fin a una temporada irregular del conjunto vitoriano. Pese a los 30 puntos y 33 de valoración de Forrest —mejor jugador azulgrana—, el equipo pagó su falta de consistencia atrás y no pudo sostener el nivel ofensivo durante 40 minutos.

Llull (19 puntos, 20 de valoración) fue el más destacado de un Real Madrid que, sin necesidad de alardes, volvió a mostrar su carácter competitivo en los momentos clave.


Ficha Técnica:

Baskonia: Forrest (30), Howard (6), Rogkavopoulos (9), Moneke (13) y Samanic (19) -quinteto inicial- Kamar Baldwin (8), Luwawu-Cabarrot (11), Donta Hall (2) y Sedekerskis (5).

Real Madrid: Campazzo (17), Llull (19), Abalde (5), Hezonja (12) y Tavares (14) -quinteto inicial- Feliz (17), Musa (12), Hugo González (4), Garuba (4), Bruno Fernando (8) y Ndiaye.

Parciales: 33-27; 23-27 (56-54); 25-34 (81-88), 22-24 (103-112)

Árbitros: Antonio Conde, Arnaú Prados y Alberto Baena. Eliminaron por faltas a los dos jugadores locales Luwawu-Cabarrot y Moneke.

Pabellón: Fernando Buesa Arena. 12.154 espectadores.