Bronny James fue elegido en la posición 55 del Draft por Los Ángeles Lakers y se cumple así el deseo de LeBron James de jugar con su hijo. Muchos ponen en duda su elección, por lo que la presión sobre el hijo de «King» James es mayor.

Es una apuesta de los angelinos para poder contar con LeBron James una temporada más y si bien la presencia del jugador asegura buenos números, muchos ponen en duda que su hijo tenga sitio en una franquicia de la NBA.

Según parece el agente de la familia James, Rich Paul, llamó a varias franquicias para que fueran los Lakers los que le eligieran en el puesto 55. Muchas dudas existen ahora sobre lo que puede aportar Bronny en la NBA, más tras su problema cardíaco de hace menos de un año que frenó su progresión.

No será nada fácil para la familia James gestionar la presión que supone ser el primer padre que juega en la NBA con su hijo. Además tras quedar tan claro que está por ser hijo de quien es y no por méritos deportivos.

Además si miramos sus números en su temporada en la NCAA no encontramos un jugador diferencial, ya que aportó 4,8 puntos, 2,8 rebotes y 2,1 asistencias por partido.

Solo ha podido jugar 25 partidos en la universidad y parece que ha pesado más el deseo de la franquicia angelina de contar con LeBron James para el próximo año que elegir a un jugador que pueda aportar más al equipo para intentar elevar el nivel del mismo.

Aun así la presencia de Bronny en los Lakers parece sacado de una película de ficción donde una estrella del deporte quiere retirarse tras jugar con su hijo. Un Space Jam en la vida real que se marcará LeBron y veremos que críticas le suceden una vez se vea el rendimiento de su hijo en una liga tan exigente como la NBA.

A nivel mediático es un golpe tremendo de la liga que seguro que registra récord de entradas en muchas canchas para ver a este dúo. No se podrán enfrentar como rivales como podría haber sucedido si no hubiera hecho gestiones Rich Paul que amenazó con mandar a Bronny a Australia si no era elegido por los Lakers.

Esta elección parece más un favor de los Lakers a su estrella por los servicios prestados demostrando la importancia de LeBron allá por donde pasa. La presencia de JJ Redick en el banquillo parece otra decisión que haya tomado el Rey y veremos por donde sale.

Ahora solo falta confirmar la renovación de LeBron por la franquicia angelina que tiene como fecha límite el día 29. Esa fecha podría renovar por un año más o, como se especula, firmar el cheque en blanco que parece que le ha puesto encima de la mesa Lakers a LeBron a razón de 160 millones de dólares por los próximos 3 años.

Lo que si sabemos es que el sueño de jugar padre con hijo está más cerca y solo el tiempo dirá si fue una decisión acertada o solo un capricho más de «King» James.