Carlos Martínez se ha colgado hace poco la medalla de oro en el Campeonato del Mundo 3×3 celebrado en Mongolia junto a sus compañeros Diego de Blas, Iván Aurrecoechea y Guim Expósito. Un éxito que a muchos ha pillado por sorpresa pero que es el resultado de un trabajo que se lleva haciendo desde hace años.

En plena vorágine de atender a medios por lo conseguido, nos atiende Carlos al que agradecemos su tiempo y felicitamos por este gran éxito.

Juan Antonio (JA) – Carlos, primero de todo enhorabuena por este éxito en el 3×3. ¿Os lo esperabais? ¿Qué ha significado para vosotros este triunfo? ¿En qué momento visteis que teníais opciones reales de lograr el oro?

Carlos Martínez (CM) – Gracias. No lo esperábamos. Ha sido una grata sorpresa. Sabíamos que estábamos compitiendo bien, pero ganar un Mundial es algo tan difícil que no puedes dar nada por hecho. Para nosotros ha sido una recompensa inmensa. A nivel colectivo y también personal.

El punto de inflexión fue cuando pasamos a semifinales. Ahí se nota la energía. Te miras con el equipo y sabes que puede pasar.

JA – Tras ser campeón, ¿cuál ha sido la felicitación que más te ha sorprendido?

CM – Muchas. He recibido cientos y cientos de mensajes. Sigo respondiendo. Estoy muy agradecido, y hay muchas que me han sorprendido. Que te felicite Pau Gasol o que te rindan homenaje junto a Dirk Nowitzki son cosas que no se olvidan.

JA – Para quien no te conoce, ¿quién es Carlos Martínez y cómo se inicia en el mundo del baloncesto? Primero 5×5 y luego tu inclusión en el 3×3.

CM – Soy un jugador que vivió el camino clásico del 5×5. Debuté en ACB, jugué Euroliga, fui internacional en categorías inferiores… Pero mi historia no es una de éxitos continuados. Es más bien el viaje del que tuvo que reinventarse.

Con 24 años me apartaron del equipo de mi ciudad, rescindieron mi contrato y, aunque tenía ofertas, para mí parecía que se acababa el camino. Ahí decidí buscarme la vida en el 3×3 con incertidumbre. Creé mi propio equipo profesional, jugué en ligas de India, Filipinas, Indonesia o Vietnam… hasta que encontré algo de estabilidad en el Pro Tour. Y desde entonces, no he parado. ¡Ahora soy campeón del Mundo!

JA – ¿Qué te atrajo para empezar a jugar el 3×3 y dejar aparcado el mundo del 5×5?

CM – Me atrajo la libertad. La autenticidad. Es un formato donde todo depende de ti y tu equipo. Sin excusas, sin atajos. Más físico, más rápido, más real. Y además, el reto de estar en el máximo nivel y competir. Soy un enamorado de la competición.

También me dio la posibilidad de diseñar mi vida como quería: competir, viajar y emprender a la vez.

JA – ¿Cuál crees que es el secreto del salto en audiencia del 3×3 y qué importancia tienen vuestros triunfos y el de las chicas para la evolución del formato?

CM – Hace unos años, cuando empecé, poca gente sabía lo que era el 3×3. Hoy ves un torneo y la grada está llena, hay música, energía, ritmo… Es un espectáculo. Los triunfos ayudan a que se hable del deporte, claro. Pero lo importante es que el formato gusta. Tiene identidad propia.

JA – Para aquellos que aún duden del 3×3, ¿qué mensaje les lanzarías o cómo venderías el producto?

CM – Les diría que vengan a ver un torneo en directo. Uno bueno. No hay que convencer con palabras: la intensidad, la emoción, la cercanía… el 3×3 se vende solo cuando lo vives.

JA – Las marcas y medios cada vez se centran más en el 3×3. Tú que estás dentro, ¿qué crees que falta para dar un paso más? ¿O crees que se está siguiendo el camino correcto?

CM – Estamos en el camino, sí. Se nota. Que llegue más inversión privada dependerá de la capacidad del deporte para generar visibilidad, comunidad, ingresos e impacto.

JA – Ahora estáis en todos los medios. ¿Crees que es algo puntual por lo conseguido o el formato 3×3 ya se ha asentado como un deporte seguido por el público y medios en general?

CM – El oro… o la plata olímpica de las chicas, lo acelera, claro. Pero son la punta del iceberg. Yo viajo a más de 20 países cada año compitiendo en torneos internacionales, sumando puntos, viviendo experiencias. El 3×3 lleva tiempo creciendo. En silencio, sin demasiados focos. Y ahora empieza a notarse. Falta camino, pero creo que ya no hay vuelta atrás.

JA – ¿Qué retos tienes por delante ahora que habéis logrado el campeonato del mundo?

CM – Seguir compitiendo al máximo nivel y clasificarnos para los JJOO de Los Ángeles 2028. Ganar un Mundial no es el final, pero es una señal de que vamos por buen camino. Y a nivel personal, seguir combinando el deporte de élite con mis empresas. Demostrar que se puede construir dentro y fuera de la pista sin tener que elegir.

JA – Desde la Federación o clubes, ¿se está trabajando en profesionalizar el 3×3 en España para que sea una competición no solo de verano? Ya hay una liga nacional, pero ¿qué crees que faltaría para dar un salto más?

CM – Sí, se están dando pasos. Cada año hay más torneos, más estructura, más talento joven que apuesta por esto. Pero todavía queda recorrido. Más continuidad, más incentivos para que los clubes apuesten por proyectos estables.

Yo estaré en el camino para acompañar todo ese proceso desde dentro, sumando donde pueda.

JA – Gracias por tu tiempo y suerte de cara al futuro.