Bàsquet Girona firma una actuación lamentable, pierde de forma abultada contra otro rival directo por la permanencia en Fontajau, y deja tocado de muerte el proyecto de San Emeterio.

Muy cómodo desde el inicio Leyma Coruña, que han encontrado todas las costuras de la defensa Gironina a través del bloqueo directo ejecutado por Taylor y Jakovics. Diagne ha castigado cada continuación de cada bloqueo directo, alimentándose de los muchos espacios que encontraban los generadores coruñeses.

La sensación estaba lejos de no estar encontrando soluciones. La imagen, la cara, la intensidad que han mostrado durante muchos minutos de la primera mitad los locales evidenciaban que están muy lejos de poder competir contra cualquier equipo de una de las mejores ligas de europa.

Al descanso, Fontajau ha despedido al equipo con una sonora pitada. Y no es para menos. 25-57. 8-23 en rebotes. 1/16 en T3. Números de equipo totalmente descompuesto. En este escenario, Brandon Taylor ha anotado y repartido como ha querido. El parquet de Fontajau, su jardín. 18 puntos para el jugador californiano.

Poco ha cambiado el panorama en la segunda mitad. El juego ofensivo de los locales ha seguido volcado en el tiro de tres puntos y Coruña ha sabido jugar con un escenario que le permite sumar su cuarto triunfo esta temporada. Mucho más plácida de lo que se podía pensar nadie en Coruña.

Seguramente, en las próximas horas, la cabeza que va a rodar va a ser la de Fotis Katsikaris. Totalmente necesario después de la actuación que ha firmado Bàsquet Girona. Pero, ¿hasta qué punto es importante mirar hacia arriba? Es evidente que Katsikaris no se ha adaptado a la plantilla ni al revés, pero ¿será capaz el nuevo entrenador de mejorar a un equipo con roles muy parecidos, poco compensado y con falta de experiencia en la liga?