
El nuevo proyecto de la Euroliga vivió su estreno soñado. Dubai Basketball, debutando en la máxima competición continental, se impuso con autoridad al Partizan de Belgrado en el partido inaugural de la temporada 2025-26. Un triunfo que reafirma las aspiraciones del equipo emiratí de irrumpir con fuerza en la élite y que, a la vez, deja en evidencia a un Partizan aún en fase de rodaje.
El inicio ya dejó claras las intenciones de los locales. Con un Davis Bertans inspirado desde el perímetro, Dubai tomó la iniciativa y marcó un ritmo alto que desbordó a los serbios. El Partizan, muy dependiente del acierto de Dylan Osetowski, fue a remolque desde el principio y cerró el primer cuarto diez puntos abajo (28-18).
En el segundo parcial llegó la reacción de los de Željko Obradović. El talento exterior de Shake Milton y Jabari Parker apareció para reducir la brecha. Sin embargo, cada vez que Partizan amenazaba con acercarse, Dubai respondía con solidez. El dominio interior de Filip Petrusev, ex de Estrella Roja, castigaba una pintura serbia demasiado liviana y sin soluciones en el rebote.
Tras el descanso, el guion no cambió. El tándem interior formado por Petrusev y un Mfiondu Kabengele imperial continuó imponiendo su físico, intimidación y poderío ofensivo. Solo Tyrique Jones mantenía el pulso en la pintura, demasiado solo ante la batería de recursos del conjunto local. El resto de interiores de Partizan, como Isaac Bonga, no consiguieron igualar la intensidad.
Mientras tanto, la calidad ofensiva de Dzanan Musa y un Dwayne Bacon imparable en uno contra uno terminaron por dinamitar las esperanzas de los belgradenses. Cada acercamiento en el marcador encontraba respuesta inmediata, reflejando la diferencia de madurez entre ambos proyectos.
El carácter competitivo de Partizan impidió que el marcador se rompiera por completo, pero Dubai mostró superioridad de principio a fin. La sensación es clara: el equipo de los Emiratos quiere estar entre los grandes desde su primera temporada.
En cambio, Obradović tendrá trabajo para reforzar la solidez defensiva y el peso en la pintura de un Partizan que, sobre el papel, ha mejorado en posiciones exteriores, pero que necesita equilibrio para aspirar a estar arriba. La falta de perfiles como Brandon Davies o Balsa Koprivica se nota, y por ahora todo apunta a que los belgradenses dependerán de su talento ofensivo exterior y de una defensa más compacta.
Un estreno agridulce: Dubai arranca a lo grande; Partizan, en cambio, empieza con dudas.