
Casademont Zaragoza venció a Morabanc Andorra (86-75) y se llevó el duelo de necesitados de la jornada, rompiendo así su racha de 4 derrotas consecutivas. En cambio Andorra, sigue sumido en su bache de juego y altibajos y enlaza su sexta derrota consecutiva dejando de manifiesto que Joan Plaza tiene mucho trabajo por delante.
El partido comenzó con sorpresa en la presentación, ya que no se esperaba la vuelta de Dubljevic tan pronto, y fue un gran estímulo para la afición rojilla, que una vez más no dejó solo a su equipo (6912 espectadores). Tras el pitido inicial Andorra mostró una defensa de mucho contacto que los colegiados permitieron y que colapsaba los ataques maños. Esto provocó que la primera canasta de Casademont no llegara hasta el minuto 4 de partido de la mano de Santi Yusta, uno de los destacados en el partido de hoy. Si bien la defensa funcionaba a Andorra el acierto en el tiro de sus principales estiletes no acompañaba y ese esfuerzo atrás apenas se apreciaba en el marcador (9-12 en el minuto 8). De hecho acababa el cuarto con una ligera ventaja andorrana (14-16) que seguro no contentaba a Joan Plaza tras los méritos de uno y otro equipo.
El segundo cuarto comenzó con poco ritmo y sirvió para que Dubljevic anotara su primer triple tras la lesión y levantaba a la grada del Príncipe Felipe por primera vez en el partido. Tras ese triple llegaron los mejores minutos de Morabanc y con un inspirado Doumbouya (12 puntos 5 rebotes), ponían la máxima en el marcador (20-28) a falta de 4 minutos para el descanso. Asombraba ver a uno de los mejores ataques de la liga con 20 puntos en el minuto 16 de partido y con sus piezas clave en 0 puntos como Bango y Bell Haynes. Pero Casademont es lo que tiene, y en apenas 2 minutos Yusta de la mano de Bell-Haynes le daban la vuelta al marcador con un 2+1 marca de la casa colocando el 31-30 y obligando a Plaza a parar el partido. Tras la salida del tiempo muerto Yusta enlazó otros 5 puntos consecutivos y en el último segundo Evans marcó el triple de la temporada desde campo propio poniendo el 36-34 en el marcador. Los jugadores se iban a vestuarios de una primera parte difícil de digerir con mucho desacierto en el tiro y Morabanc con la sensación de que todo el esfuerzo defensivo se había diluido en un abrir y cerrar de ojos.

El balón volvía a ponerse en marcha y los espectadores aún tenían en el recuerdo el canastón que había metido Evans, una de las pocas acciones brillantes de la primera parte. Pero ese recuerdo duró poco ya que Santi Yusta a los pocos segundo realizaba un mate por encima de un desaparecido Harding. Tras el gran mate del capitán de Casademont, la igualadad fue lo que marcó los primeros minutos del cuarto. Ese intercambio de canastas comenzaba a activar a los activos de los locales, Sule castigaba en la pintura y Bell Haynes hoy en modo anotador (20 puntos) desde el perímetro o con esas penetraciones eléctricas tan características suyas. Andorra no podía seguir ese ritmo y minuto a minuto la ventaja iba en aumento (56-46 min. 27). Aún así Harding bajaba de la renta de 10 puntos con una canasta en el último segundo poniendo el 59-52 con el que comenzaba el último cuarto.
Y el último cuarto comenzaba de manera volcánica con dos triples de Harding y Kuric que silenciaban el pabellón y ponían el 62-60 en el electrónico en apenas 1 minuto de juego. La igualdad seguía en la pista y a falta de 5 minutos cambió el partido tras el tiempo muerto de Porfi Fisac y la entraba en pista de Dubljevic que impartió un clinic de baloncesto y como si de un base se tratará (4 asistencias) organizó todo el ataque maño y en un abrir y cerrar de ojos volvían a adquirir los 12 puntos de renta que daban tranquilidad a la grada local. Casademont no bajó el ritmo anotador y a pesar de los últimos triples de Evans y Kuric el marcador nunca peligró llegando al 86-75 final.