Lo que era un secreto a voces ya es oficial: el californiano Dylan Osetkowski jugará la próxima temporada en el Partizan de Belgrado.

Atrás quedan los que él mismo ha definido como “los mejores años de mi vida” en el Unicaja de Málaga, un equipo que bajo la dirección de Ibon Navarro ha vivido una de las etapas más gloriosas de su historia reciente. Entre las temporadas 2022/23 y 2024/25, Dylan y el conjunto malagueño han conquistado dos Copas del Rey, dos Champions Basketball League, una Supercopa y una Intercontinental. Un palmarés brillante, en el que Osetkowski ha sido una pieza clave.

Desde su llegada, su continuidad siempre estuvo condicionada por una posible sanción por dopaje que, hace un par de veranos, le cerró las puertas de fichar por el FC Barcelona. Aun así, Unicaja apostó por él sin reservas, y Dylan respondió como mejor sabe: dominando en la pista. Sin discusión, se ha consolidado como uno de los mejores jugadores fuera de la Euroliga.

Su fichaje por el Partizan le abre por fin las puertas de la máxima competición continental. Lo hará a las órdenes del más laureado de todos los tiempos: Željko Obradović. Más allá del baloncesto, el Partizan ofrece un cosmos competitivo único, un ecosistema donde lo emocional y lo táctico se entrelazan, donde el carácter, la exigencia y la pasión son sagrados.

Dylan, un jugador de sangre fría, con gran experiencia, capacidad para abrir el campo y una toma de decisiones muy fiable, quizás no sea el más expresivo en el terreno emocional, pero se siente como pez en el agua en ambientes de máxima intensidad.

Su perfil parece encajar a la perfección en el plan de reconstrucción del club serbio. A la espera de la posible llegada de Jabari Parker, y con la despedida ya confirmada de Rambo Davies, el Partizan se postula como uno de los equipos que mejor se está reforzando de cara al próximo curso.

¡La revolución partizana continúa!

Bernat Góngora, fundador de BeBallTernative.