El baloncesto español teme que la nueva normativa de la NCAA provoque una fuga de talento joven nunca vista, por lo que se ha creado una competición sub-22 para evitar algunas salidas.

Esta competición se jugaría en el entorno de los clubs de la Liga Endesa y contará con ayuda pública para intentar competir contra los dólares que seducen a las jóvenes estrellas de nuestro baloncesto que no dudan en dar el salto al continente americano.

El objetivo de esta liga masculina Sub-22 es acortar la brecha que existe actualmente entre el baloncesto de formación y el profesional, en un intento de parar el éxodo de jugadores al sistema de la NCAA que ofrece grandes ingresos y la opción de poder compaginar de forma cómoda los estudios con la práctica del deporte.

La idea nace de la colaboración entre el Consejo Superior de Deportes (CSD), la Federación Española de Baloncesto (FEB) y la Asociación de Clubs de Baloncesto (ACB) y se hará oficial en breve en la sede del CSD en Madrid.

Es una necesidad buscar ideas para retener el talento que ve como sus jóvenes jugadores salen hacia la liga universitaria americana atraídos por proyectos mejores de los que encuentran en nuestro baloncesto.

En octubre se espera que arranque este proyecto con una estructura vinculada a los clubs ACB y con un calendario paralelo a los de la Liga Endesa. Esto mantendría cerca a estos jóvenes talentos de los primeros equipos en caso de ser necesarios, jugando viernes o sábados por la mañana para que luego por la tarde y el domingo estuvieran disponibles para los primeros equipos.

Uno de los puntos importantes es la financiación, punto donde entra el CSD con una aportación que rondaría los cinco millones de euros para arrancar que cubriría gastos de desplazamiento y de organización. Además se prevé implicar a centros universitarios para que los jugadores puedan estudiar a la par que compiten.

También habría una ayuda económica para los clubs que se sumaran al proyecto para aliviar el coste de mantener esta estructura y así hacer que las canteras de equipos ACB se sumen a la idea. Además se baraja la opción de configurar las plantillas con un número concreto de seleccionables, no de formación y otros de libre disposición para tener talento y fomentar la competitividad de esta nueva liga.

Toca esperar que aceptación tiene por parte de clubs y, sobre todo, de jugadores para que esta idea no sea algo efímero y se empiecen a asentar las bases de una cantera que dé frutos tanto a los clubs como a la selección.