El Bàsquet Girona firmó una actuación magistral este domingo al derrotar al Baskonia por un contundente 96-67 en el pabellón de Fontajau, logrando su tercera victoria consecutiva y saliendo de los puestos de descenso. Por su parte, el conjunto de Pablo Laso sufrió un revés demoledor que lo deja prácticamente eliminado de la Copa del Rey y con muchas dudas de cara al resto de la temporada.

Los de Moncho Fernández arrancaron el partido con una intensidad arrolladora, reflejada en un parcial de 11-2 en los primeros tres minutos y medio, obligando a Laso a pedir tiempo muerto. Aunque el Baskonia intentó reaccionar con un parcial de 4-11 para acercarse a 15-13, el equipo local rápidamente retomó el control con un dominante 22-13 al final del primer cuarto.

La exhibición de Juan Fernández fue descomunal. El interior del Girona no solo dominó en la pintura, sino que terminó como máximo anotador del partido con 29 puntos y 30 de valoración. Junto a él, el base Ike Iroegbu, con 19 puntos, fue clave para mantener el ritmo ofensivo y liderar la transición rápida de los locales.

Con bajas sensibles como las de Sedekerskis, Howard y Baldwin, el Baskonia mostró una versión desconocida. El equipo vitoriano fue superado en todas las facetas del juego, acumulando cinco pérdidas en el primer cuarto y firmando estadísticas paupérrimas: 1 de 11 en triples y 1 de 4 en tiros libres en los primeros 15 minutos. Para el descanso, el Girona ya dominaba por 45-25, con un diferencial de rebotes abrumador de 21 a 10.

El tercer cuarto confirmó lo que ya se intuía. El Girona siguió ampliando la ventaja, alcanzando una máxima de 34 puntos (84-50) en el último periodo. Fernández e Iroegbu seguían brillando, mientras que Baskonia dependía exclusivamente de un inspirado Rogkavopoulos, único jugador visitante en superar la decena de puntos.

Con el 72-42 al término del tercer cuarto, el partido estaba decidido. La imagen del Baskonia fue, como calificaron varios analistas, “calamitosa”. La falta de rotación, unida al desgaste por el calendario y la ausencia de un carácter competitivo, pasó factura a un equipo que ha perdido su identidad y dejó escapar una oportunidad crucial para pelear por la Copa del Rey.

El Girona, que cerró 2024 como colista y candidato firme al descenso, ha comenzado 2025 con una racha que alimenta la esperanza. Tras vencer al Barça y al Baskonia en semanas consecutivas, el equipo gerundense parece haber encontrado su mejor versión bajo el liderazgo de Moncho Fernández.

En cambio, el Baskonia se enfrenta a una crisis estructural. Eliminado virtualmente de la Copa del Rey y con un calendario complicado por delante, los de Laso deberán replantearse seriamente sus aspiraciones para lo que queda de temporada.

Fontajau fue testigo de una noche mágica para el Girona y de una pesadilla para el Baskonia, cuyo proyecto parece tambalearse ante la falta de resultados y, sobre todo, de carácter.

96 – Bàsquet Girona (22+23+29+22): Irogebu (19), Marcos (2), Fjellerup (7), Martínez (-), Fernández (29) -cinco inicial-; Busquets (1), Durham (7), Susinskas (8), Sibande (9), Geben (7), Ferrando (2) y Caffaro (5).

67 – Baskonia (13+12+22+20): Forrest (9), Raieste (-), Luwawu (11), Moneke (5), Hall (7) -cinco inicial-; Rogkavopoulos (18), Jaramaz (5), Diop (4), Savkov (8), Ndiaye (-) y Samanic (-).

Árbitros: Peruga, Olivares y Lucas. Eliminaron al visitante Jaramaz (min. 37).

Incidencias: Partido de la decimosexta jornada de la Liga Endesa disputado ante 5.171 aficionados en el Pavelló de Fontajau.