
Por Mario Lera
El Real Madrid continúa imparable en su andadura por la Liga Endesa y alarga su dominio en el Movistar Arena, donde no cae desde hace más de un año. Este martes, los de Chus Mateo dieron el primer golpe en la serie de cuartos de final ante el Baskonia (82-76) tras un duelo espeso, físico y repleto de vaivenes que se resolvió gracias a un demoledor parcial blanco en el tercer cuarto y a la superioridad interior de Tavares.
El pívot caboverdiano volvió a ser el faro madridista con una actuación imperial: 16 puntos, 13 rebotes y 35 de valoración. Su presencia marcó la diferencia en un partido que se movió durante muchos minutos en el filo de la navaja. La noticia negativa para los blancos llegó horas antes del salto inicial, con la confirmación de que Gaby Deck pasaba por quirófano para decir adiós a la temporada. También quedó fuera Ibaka y Musa apenas disputó seis minutos en su regreso.
El arranque fue favorable a los de Pablo Laso, que saltaron con energía al parqué con un quinteto poco habitual, liderado por un explosivo Raieste. El Baskonia golpeó primero (0-5) y mostró mejores sensaciones en los compases iniciales, con una defensa intensa y un ataque directo, aunque los errores se multiplicaban en ambos bandos, especialmente desde el perímetro.
La igualdad fue la tónica del primer tiempo, con parciales cruzados que impidieron que ninguno de los dos equipos tomara el control. El conjunto vitoriano encontró aire con Howard y Samanic, mientras que el Madrid sobrevivía a base de defensa, rebote y alguna chispa individual, especialmente de Tavares, que empezó a castigar sin piedad las debilidades interiores baskonistas, muy condicionadas por las faltas de Diop y Moneke.
Un triple de Hezonja y dos tiros libres de Campazzo, justo antes del descanso, ajustaron el marcador a un apretado 37-38. Las estadísticas reflejaban el caos del primer acto: muchas pérdidas, poco acierto y mucha tensión en cada posesión.
La segunda parte arrancó de nuevo con Baskonia más enchufado. Luwawu-Cabarrot y Moneke lideraban a los de Laso hasta un +6 (42-48), obligando a Chus Mateo a detener el partido. Fue entonces cuando el Real Madrid desató su mejor versión: intensidad atrás, velocidad en transición y decisiones acertadas en ataque. Llull y Feliz lideraron un parcial devastador de 15-1 que cambió el guion del partido. En apenas tres minutos, el Madrid pasó del susto al control (59-51) y ya no soltaría la ventaja.
El Baskonia, herido pero no rendido, encontró oxígeno con un triple de Howard tras más de ocho minutos sin anotar en juego. Volvieron a meterse en la pelea (72-68) con menos de cuatro minutos por jugar, pero no lograron completar la remontada. Campazzo apareció con un triple clave, Abalde sumó otro más, y el talento blanco gestionó con oficio los minutos finales ante un rival que peleó hasta el último aliento.
Luka Samanic tuvo en sus manos un triple para acercar a uno a los vitorianos a falta de 20 segundos, pero el lanzamiento no entró. El Real Madrid cerró la victoria desde el tiro libre y se pone 1-0 en la serie, a un paso de las semifinales. El próximo capítulo será el viernes en el Buesa Arena (21:15h), donde el Baskonia buscará alargar su temporada y romper la racha blanca.
Ficha técnica
82 – REAL MADRID: Campazzo (12), Abalde (14), Hezonja (10), Ndiaye (-) y Tavares (16) –quinteto inicial–; Musa (-), Feliz (9), Llull (9), Fernando (4), Hugo González (3) y Garuba (5).
76 – BASKONIA: Forrest (4), Luwawu-Cabarrot (9), Raieste (3), Moneke (12) y Diop (-) –quinteto inicial–; Howard (17), Hall (5), Samanic (12), Baldwin (2), Sedekerskis (5) y Rogkavopoulos (7).
PARCIALES: 15-14, 22-24, 22-13 y 23-25.
ÁRBITROS: Peruga, Cortés y Martínez Silla. Eliminaron por personales a Moneke.
PABELLÓN: Movistar Arena, 9.067 espectadores.