
El Covirán Granada ha sumado su segunda derrota de pretemporada en un duelo de alto voltaje ante el San Pablo Burgos. El conjunto nazarí, que mostró signos de gran competitividad, no pudo superar a un equipo burgalés que, gracias a su demoledor acierto desde la línea de tres, se llevó el triunfo por 80-95.
El partido comenzó con un pulso de poder a poder. Ambos equipos se tantearon en los primeros minutos, pero fue el Covirán el que, con un juego más fluido, logró tomar la iniciativa. Los de Ramón Díaz mantuvieron una ligera ventaja durante casi todo el primer cuarto, pero la sombra del San Pablo Burgos ya se cernía sobre ellos. El resultado al final de los primeros diez minutos, 18-17, era un presagio de la batalla que se avecinaba.
Fue en el segundo cuarto cuando el guion del partido dio un giro de 180 grados. El San Pablo Burgos, con una ráfaga de triples que parecía no tener fin, desarmó la defensa rojinegra y tomó el control del encuentro. Pese a que Thomas y Speight intentaban mantener el pulso desde el perímetro, el golpe fue certero. Los granadinos se vieron superados y se marcharon al descanso con una desventaja de siete puntos (38-45) que se antojaría clave para el desenlace.
Tras el descanso, el Covirán salió decidido a revertir la situación. Bozic, Hankins y Kljajic asumieron el protagonismo y el equipo de Ramón Díaz se acercó peligrosamente en el marcador. Pero justo cuando la esperanza parecía renacer, un Jackson encendido con seis puntos consecutivos amplió la distancia y dejó de nuevo al Covirán contra las cuerdas. Aunque Aurrecoechea y Burjanadze intentaron un último empujón, el San Pablo Burgos supo aguantar el arreón y encaró el último cuarto con una ventaja cómoda de 60-67.
El espíritu de lucha del Covirán Granada, sin embargo, no flaqueó. Jonathan Rousselle, con dos triples magistrales, puso a su equipo a solo tres puntos al inicio del último asalto. La afición (imaginaria, ya que el partido fue a puerta cerrada) rugía de emoción, sabiendo que la remontada era posible. Tuvieron varias posesiones para igualar el partido, pero la puntería no acompañó. El San Pablo Burgos, con un parcial letal de 0-7, terminó de sentenciar el encuentro y se llevó una victoria merecida.
Más allá del resultado, el técnico del Covirán Granada, Ramón Díaz, se mostró satisfecho con el desempeño de su equipo. «Creo que hoy es el primer día que he visto al equipo bastante sólido a nivel físico», valoró el entrenador, destacando que el encuentro sirvió para realizar «muchas probaturas tácticas a nivel defensivo».
Díaz subrayó la dificultad que puso el rival, que los obligó a buscar nuevas formas de ataque. «Nos lo han puesto muy complicado y creo que en muchos momentos del partido hemos sabido encontrarlo», reconoció. Para el entrenador, la pretemporada sigue cumpliendo su propósito de crecimiento y mejora. «Seguimos creciendo como equipo, seguimos mejorando en muchos aspectos del juego. Siguiendo dando esos pasos que creo que nos van a ayudar a terminar la pretemporada como queremos y en el lugar que queremos para intentar cumplir ese objetivo que es ganar el primer partido de la temporada contra Juventud de Badalona», concluyó.
Ficha técnica:
San Pablo Burgos (95): Samuels 9, Nzosa 2, Gudmunsson 12, Rubio 3, Corbalán 7, Diez 11, De Sousa 2, Meindl 9, Fischer 23 y Jackson 17.
Covirán Granada (80): Jonathan Rousselle 16, Micah Speight 6, Babatunde Olumuyiwa, Matt Thomas 15, Iván Aurrecoechea 4, Edu Durán 0, Travis Munnings 2, Jovan Kljajic 12, Luka Bozic 10, Zach Hankins 10 y Beqa Burjanadze 5.
Parciales: 18-17, 20- 28, 22-22 y 20 28.
Partido de pretemporada que sinceramente, no preocupa el resultado, ya que como ha dicho Ramón Díaz se ha utilizado para hacer muchas pruebas.