
Coviran Granada salvó su primer match ball y tras la victoria ante Casademont Zaragoza (88-95) sigue soñando en una salvación que sigue siendo casi imposible. Granada contó con un siempre productivo Noua (21 puntos 7 rebotes) que está vez recibió el apoyo de un superlativo Visconti (27 valoración) y de la dirección de Rousselle (21 puntos 6 asistencias). Casademont por su parte volvió a decepcionar a su hinchada y una nueva semana volvieron a escucharse pitos hacia sus jugadores. Únicamente Sulejmanovic (20 puntos 9 rebotes) mostró la «rasmia» que tanto pregona el club rojillo y que parece que han olvidado la plantilla.
El partido comenzó con ambos equipos sumando errores en el tiro y en las pérdidas de balón. Fruto de ese desacierto se respiraba un ambiente frío (5-7 min 4) que comenzó a despertar con la antideportiva que cometió Dimsa por los rojillos. A pesar de esos segundo de efervescencia el partido siguió por los mismos derroteros y solamente Sulejmanovic (9 puntos en el cuarto) parecía estar metido en el partido. Se acababa el primer parcial con 21-22 para los visitantes dejando ambos equipos la sensación de que se había visto poco baloncesto de nivel.
Un mate de Watson tras rebote ofensivo abría el segundo cuarto y sin tregua alguna Miguel González desde el triple ponía la primera ventaja seria para Casademont (28-22 min 12) que obligaba a Pablo Pin a parar el partido. Tras la pausa, buena reacción del equipo nazarí desde la línea de 6,75 con Rouselle (8 puntos en el cuarto) y Visconti percutiendo (34-37 min 16). Pero desde la misma distancia Dimsa devolvía la moneda y ponía de nuevo por delante a los locales que en los últimos instantes intercambiaron golpes con un canastón final de Bell-Haynes que ponía la igualada antes de ir a vestuarios (44-44).

Tras la pausa del intermedio eran los visitantes los que salían con una mejor actitud y predisposición al partido. Poco a poco fueron abriendo brecha y tras un robo de Sergi García en un despiste de Dubljevic ponían la máxima ventaja (49-56 min 24) que obligaba a San Miguel a parar el partido y el equipo escuchaba sonido de viento por parte de la grada del Príncipe Felipe que no perdonaba la dejadez de su equipo. La reacción del público reactivo a los locales y en apenas 3 minutos volvían a darle la vuelta al marcador (60-56) y con esas mínimas rentas se llegaban a los últimos 10 minutos (62-60)
Y en estos minutos Granada demostró que quiere seguir creyendo en la salvación y de la mano de Visconti y Rouselle fueron conduciendo poco a poco a la victoria manejando rentas cortas al principio (63-66 min 33), que con el paso de los minutos fueron aumentando ante la inoperancia del equipo rojillo (68-77 min 35). Sule en un último arreón de orgullo puso a los rojillos a falta de un minuto a 4 puntos pero Visconti muy seguro desde el libre (7 de 8) aseguraba la victoria para Coviran 88-95.
Victoria que demuestra que Granada quiere aferrarse hasta el último hilo de vida a la liga ACB y que aplaza una semana más la celebración de permanencia de varios equipos que deberán seguir remando para lograrla. Por parte de Casademont Zaragoza una nueva semana de decepción para su hinchada que está acabando muy desencantada con el equipo y que cada vez complica más sus opciones europeas de cara al año que viene.