
Indiana Pacers arrolló 108-91 a Oklahoma City Thunder en el Game 6 y forzó un decisivo Game 7 en las Finales NBA.
Oklahoma ha perdido la oportunidad de sentenciar la Final, ya que el quinto partido fue suyo pero esta vez se ha visto superado en todas las facetas del juego por unos motivadímos Indiana Pacers.
- OKLAHOMA CITY THUNDER 91 – INDIANA PACERS 108 (3-3)
Tremenda paliza la que han endosado los Indiana Pacers a Oklahoma City Thunder (91-108) para empatar la serie 3-3 y forzar el definitivo Game 7 en unas Finales que están siendo tan imprevisibles como emocionantes.
No se veía un séptimo partido en unas Finales de la NBA desde aquel legendario Cavaliers-Warriors (Lebron James vs Stephen Curry) de 2016 cuando ganaron a domicilio los Cavs , y ahora son los Pacers quienes sueñan con firmar su primer anillo de la historia.
El inicio del partido pareció prometedor para Oklahoma, que arrancó con un parcial de 10-2 y hacía presagiar una noche plácida para los visitantes.
Pero la reacción de Indiana no solo fue inmediata, sino devastadora. Poco a poco fueron tomando el control del encuentro y, al descanso, ya ganaban por 22 puntos (42-64).
La primera mitad de los Thunder fue para olvidar: cometieron 12 pérdidas, no repartieron ni una sola asistencia y solo encestaron un triple.
A pesar de que Tyrese Haliburton era duda por lesión, finalmente jugó y tuvo un papel clave en la arrancada de su equipo. Clavó sus primeros triples y, aunque se quedó en 14 puntos, volvió a ser el faro ofensivo que necesitaban.
Pero si hubo un nombre propio que marcó la diferencia, ese fue el de T.J. McConnell. El base fue una pesadilla constante para la defensa de OKC, robando balones, repartiendo juego y apareciendo en cada rincón de la pista. Firmó una hoja estadística brillante (12 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias y 4 robos), pero lo que no reflejan los números es el impacto real que tuvo en el juego.
Pascal Siakam aportó como siempre (16 puntos y 13 rebotes), y Obi Toppin volvió a brillar en estos mágicos playoffs para él, sumando 20 puntos que consolidaron la ventaja.
Mientras tanto, en Oklahoma reinaban las sombras. Shai Gilgeous-Alexander, aunque fue el máximo anotador del equipo con 21 puntos, estuvo muy lejos de su mejor versión y acabó con 8 pérdidas.
Peor aún fue la aportación de Alex Caruso, que no anotó ni un solo punto, y de Chet Holmgren, que se quedó en apenas 4. El dato más demoledor lo firmó Jalen Williams, que acabó el partido con un -40 en el +/-, el peor registro en la historia de los Playoffs de la NBA.
La serie queda ahora igualada 3-3 y todo se decidirá en un último y decisivo Game 7 que se disputará en Oklahoma, ante su público.
El reto es enorme para unos Thunder que han visto cómo la ilusión por el anillo empieza a tambalearse. Enfrente, unos Pacers que han pasado de sorpresa a amenaza real.
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ESTADÍSTICAS COMPLETAS OKC THUNDER vs PACERS