
Los italianos se impusieron en un trabajado partido en el que Georgia se fue apagando con el paso de los minutos. Shengelia, desquiciado, acabó descalificado.
Italia acabó llevándose un partido que se le complicó en la primera mitad, pero que resolvió con el paso de los minutos gracias, en gran parte, a su gran trabajo defensivo. El despliegue físico de Diouf y Niang resultó clave, mientras que en Georgia solo Bitadze estuvo a la altura. Mamukelashvili fue expulsado a cinco minutos del final por acumulación de personales y Shengelia redondeó su mal día – 0 puntos en 21 minutos- con una descalificación tras protestar de forma airada ante los colegiados.
El arranque del partido estuvo marcado por la igualdad y el tanteo entre ambos equipos. Con el paso de los minutos y las primeras rotaciones, Italia fue despegándose poco a poco, coincidiendo con la aparición de un Niang que acabaría siendo clave. El ataque de Georgia comenzaba a mostrarse falto de ideas y le costaba anotar en un primer cuarto en el que ya se marchó por debajo en el marcador (18-10, min. 10).
En el segundo periodo, pese al gran inicio de Diouf, Georgia fue creciendo y, alentada por su afición —mayoritaria hoy en la grada de Limassol—, empezó a parecerse al equipo que superó a España en la primera jornada. Bitadze y Mamukelashvili lideraron la remontada, a la que se sumó más tarde Baldwin para desatar el delirio del graderío georgiano. Solo el talento de Fontecchio evitó que Georgia se marchara por delante al descanso (32-32, min. 20).
En la reanudación, Georgia mantuvo el empuje mostrado en el segundo cuarto, con un Bitadze imparable en la pintura. Sin embargo, el tiempo muerto solicitado por Pozzecco dio con la tecla: su equipo encadenó un parcial de 11-0 que volteó el marcador. Del 37-41 se pasó en un abrir y cerrar de ojos al 48-41. Un parcial clave que cambió la tendencia del partido y apagó a una Georgia sin fuerzas, que ya llegó al último cuarto por detrás (53-47, min. 30).
En el último cuarto, el aro se le fue estrechando cada vez más a una Georgia desquiciada y sin acierto, que veía cómo, en el otro lado, primero Spissu con un triple y luego Niang, con siete puntos prácticamente consecutivos, anotaban con facilidad para romper definitivamente el partido (66-47, min.). Georgia tardó cuatro minutos en estrenarse en el periodo, con un Bitadze que no se rendía y el orgullo de Burjanadze como último aliento de un equipo que aún no entendía su derrumbe.
Mamukelashvili fue expulsado por faltas a cinco minutos del final, mientras que Shengelia, descalificado tras protestar de forma airada al trío arbitral, redondeó la frustración georgiana. A partir de ahí, el encuentro ya no tuvo mucha más historia: Italia amplió la renta y sumó su segunda victoria en este Eurobasket (78-62, min. 40).
78 ITALIA (18+14+21+25): Pajola (6), Spagnolo (5), Fontecchio (14), Melli (8), Diouf (13) -quinteto inicial- Gallinari (0), Thompson (6), Niang (15), Procida (-), Ricci (8), Spissu (3), Akele (0).
62 GEORGIA (10+22+15+15): Sanadze (8), Baldwin (9), Mamukelashvili (13), Shengelia (0), Bitadze (22) -cinco inicial- Andronikashvili (3), Jintcharadze (0), Burjanadze (7), Shermadini (0), Korsantia (-), Phevadze (-), Ochkhikidze (0).




