Lo que se venía anunciando desde hace semanas por fin se ha hecho realidad: Jabari Parker será la nueva pieza en el tablero del maestro Željko Obradović. Así lo confirmó este viernes 27 de junio el presidente del club, Ostoja Mijailović.

A la llegada de Dylan Osetkowski, se suma ahora la del astro de Chicago, un jugador con un talento descomunal y una capacidad de ejecución al alcance de muy pocos. Su fichaje contrasta, eso sí, con la salida inminente de Isaac Bonga, elegido mejor defensor del año en la ABA, y que según apuntan diversos medios, podría recalar en el Valencia Basket a las órdenes de Pedro Martínez.

Paradójicamente, si algo se le ha criticado a Jabari en su etapa reciente en el FC Barcelona, ha sido precisamente su poca aportación defensiva. Tras un largo parón por lesiones que hicieron pensar que su carrera estaba acabada, el Barça apostó por él… y Jabari respondió. Pese a las dificultades, su talento brilló en muchos momentos.

El contexto no ha sido el más fácil: nuevo continente, otro tipo de juego, un baloncesto europeo que exige un alto coeficiente táctico, especialmente en la toma de decisiones y en el juego sin balón. Además, la falta de continuidad en el banquillo culé, primero con Roger Grimau y luego con Joan Peñarroya, y un equipo sin equilibrio ni guion claro, tampoco ayudaron a su progresión.

Pero Belgrado puede ser otra historia.

El Partizan se ha convertido en los últimos años en un club que ha sabido potencial las cualidades de sus jugadores, incrementando su rendimiento y confianza. Todo ello en un entorno único: una afición locamente incondicional, una ciudad que respira pasión por el basket y un entrenador que es leyenda viva, Željko Obradović, probablemente el técnico más carismático, querido y respetado del baloncesto europeo.

En este ecosistema, la confianza fluye, y jugadores que parecían estancados han logrado dar un salto de calidad notable. Belgrado no solo exige rendimiento; inspira.

Jabari tiene todo lo necesario para brillar: mano desde las esquinas, lectura en el bloqueo directo, y un físico que, si se mantiene sano, sigue marcando diferencias. Si asume su rol defensivo y encaja en los sistemas de Željko, no hay duda: puede convertirse en uno de los jugadores más decisivos del continente.

Hace unos meses, Jabari lanzaba una frase que define su personalidad y resiliencia:
«Dicen que soy una historia trágica. ¿Qué hay de trágico en mí? Gané millones de dólares, alimenté a mi familia, saqué a mi familia del gueto. Esas mismas personas que probablemente escribieron esas historias no han logrado ni el 1% de lo que yo he logrado.»

Ojalá el ex del Barça pueda seguir escribiendo historias de éxito, y que la afición Grobari lo convierta en uno de los suyos. Porque si hay algo que Belgrado sabe hacer, es darle alma al talento.

Bernat Góngora, fundador de BeBallTernative.

Foto: Bernat Góngora (@bernatgo5)