
La elección 43 en un Draft suele significar que el jugador no va a tener casi minutos en la NBA, pero el base de la universidad de Texas, Johnny Moore (1958), contaba con la oportunidad de comenzar su carrera profesional en 1979. Seattle SuperSonics, el equipo campeón, lo eligió, pero al día siguiente vendió sus derechos a San Antonio Spurs. El equipo tenía su base líder, James Silas y a Mike Gale. Como tercer base se decantaron por Mike Evans y no quedó plaza en el equipo para Johnny.
Un año después le dieron oportunidad y él sorprendió con sus asistencias y habilidad para robar balones. Como novato promedió 7,4 puntos, 2,4 rebotes, 4,5 asistencias, 1,5 robos y 0,3 tapones en 19,2 minutos. Silas fue traspasado y Moore quedaba como base titular de los Spurs en su segunda temporada. En esa temporada consiguió un triple-doble y repartió 20 asistencias en un partido. En 29 minutos por partido sus estadísticas fueron de 9,4 puntos, 3,5 rebotes, 9,6 asistencias y 2,1 robos; líder de asistencias de la temporada. El equipo había fichado a Artis Gilmore para formar un buen cinco titular con Moore, Banks, Gervin y Mitchell. 53 victorias y segunda posición en la Conferencia Oeste. Una vez en playoffs, vencieron 4-1 a Nuggets y perdieron 4-2 contra Lakers. Moore que había mejorado sus prestaciones, tuvo unas eliminatorias excelsas, su mejor momento deportivo. Estadísticas de los 11 partidos: 22,5 puntos, 4,3 rebotes, 14,6 asistencias, 2,5 robos. En un partido anotó su tope personal con 39 puntos y en otro igualó el de asistencias, con 20.
La quinta temporada (1984-1985) fue la mejor a lo que a números se refiere: 32,8 minutos, 12,8 puntos, 4,6 rebotes, 10 asistencias, 2,8 robos. Se quedó a un robo de conseguir el cuádruple doble el 8 de enero de 1985 frente a Warriors. 26 puntos, 11 rebotes, 13 asistencias, 9 robos y 1 tapón. El 6 de marzo consiguió los 10 robos, más 16 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias ante Pacers.
Llevaba años entre los mejores en asistencias y robos, iba camino de convertirse en uno de los mejores bases de la década de los 80.
El 21 de diciembre de 1985, después de su partido 28 de la temporada, no pudo más. Llevaba días aguantando escalofríos, dolor de cabeza y varias molestias que le debilitaban. A pesar de que en su último partido terminó con 22 puntos, 4 rebotes, 11 asistencias y un robo, su cuerpo no aguantó y le ingresaron en el hospital. Días más tarde el diagnóstico era que padecía de coccidioidomicosis, conocida como fiebre del desierto. Esta enfermedad se adquiere a través de la inhalación de esporas. Las esporas están presentes en el suelo y pueden ser transportadas por el aire en el polvo trasladado en la dirección del viento. Las áreas endémicas son Sudoeste de los Estados Unidos y Norte de México. La estancia en el hospital, los diversos síntomas y el tratamiento fueron prolongados, pero en octubre de 1986 parecía estar listo para iniciar la temporada. No estaba igual, disputó 55 partidos a 22,4 minutos de media y no pudo recuperar el nivel físico y de juego de antes. En 1987, con los bases Dawkins y Sundvold jugando más y el fichaje de Wood, otro base, hicieron que decidieran prescindir de Moore, después de participar en cuatro partidos. Dos semanas después los Nets lo ficharon, pero solo jugó un partido y fue cortado. Jugó en México y tuvo una breve estancia en la CBA, con Tulsa Fast Breakers. En cuatro partidos dejó claras sus habilidades, 7 asistencias y 3 robos por partido.
En noviembre de 1989, San Antonio confió en su recuperación para acompañar, primero a Maurice Cheeks, hasta que este fue traspasado, y después al joven Rod Strickland. En total 53 partidos a menos de 10 minutos por cada uno y nueve partidos en playoffs.
Con 32 años ya no iba a jugar más en la NBA y parecía que había dejado el baloncesto profesional, pero dos años después llegaría a España, para vestir la equipación del Valvi Girona. En su primer partido mostró su repertorio de antaño: 11 puntos, 3 rebotes, 7 asistencias y 5 robos. Pasar y defender, lo que mejor se le daba. “Estamos muy contentos con su aportación al equipo. Es un hombre seguro, con mucha experiencia y es a su alrededor donde se aglutina el talento del resto del equipo. Además, no es ni por asomo un jugador egoísta. Juega para el equipo antes que para sus números”, dijo el entrenador, Alfred Julbe, en ‘Gigantes del Basket’ apenas una semana antes de que le sustituyeran por Dusko Ivanovic. En cinco partidos en la ACB, 28:25 minutos, 10 puntos, 1,8 rebotes, 5,2 asistencias, 2,4 robos, 12,4 de valoración.