
El Eurobasket 2025 vivió su primera gran sorpresa en los octavos de final: Serbia, una de las grandes favoritas, cayó eliminada a manos de Finlandia (86-92) en un partido donde se evidenciaron todas las carencias del conjunto de Svetislav Pešić. Un torneo sin brillo, lleno de dudas y sin encontrar nunca un rumbo claro terminó con un golpe durísimo para la selección balcánica.
El choque arrancó con un parcial demoledor de Finlandia (1-11) que ya dejaba claro cuál iba a ser el guion. Con Lauri Markkanen y Mikael Jantunen castigando desde el perímetro y Nikola Jović superado en defensa, Serbia empezó a remar a contracorriente desde el inicio.Jokic y Petrusev trataban de imponer su físico en la pintura, pero cada despiste era castigado por los finlandeses, que llegaron a dominar por 9-20. Solo los triples de Avramović y el propio Jović evitaron un naufragio prematuro, aunque el primer cuarto cerraba con ventaja para los nórdicos (24-28).
El segundo parcial mostró una ligera reacción serbia: defensa más intensa en líneas de pase, dominio del rebote y los mejores minutos de Dobrić, acompañando a un Jokic que empezaba a sumar bajo el aro. Serbia logró por primera vez ponerse arriba en el marcador(30-28) y llegó a su máxima ventaja tras un triple de Micic (+4). Sin embargo, las 6 pérdidas cometidas pesaron demasiado y Finlandia mantuvo la calma para irse al descanso todavía con opciones intactas.
La segunda parte fue el reflejo de todos los males serbios en este torneo. Finlandia sacó los colores de su rival con un baloncesto descarado y valiente, exhibiendo movilidad, tiro exterior y un gran control del rebote. La defensa balcánica era lenta, incapaz de puntear lanzamientos ni cerrar la zona. Jokic sostenía a su equipo prácticamente desde el tiro libre,pero el tercer cuarto acababa con Finlandia por delante (66-68).
En el último cuarto, el muro finlandés terminó por hundir a Serbia. La defensa colapsaba la pintura y obligaba a malas decisiones en ataque, donde ni Micic ni Avramovic fueron capaces de liderar. Guduric dio un pequeño respiro con un triple sobre Markkanen y Jokic con un 2+1 devolvía momentáneamente la ventaja, pero fue un espejismo. Los rebotes ofensivos de los finlandeses y la efectividad de Valtonen desde el perímetro acabaron por sentenciar.
Se consumó el desastre: Serbia cayó sin respuesta, eliminada en octavos por un rival que supo explotar todas sus debilidades. Jokic, falto de frescura y demasiado hundido en la zona, nunca pudo dominar como se esperaba. Micic volvió a decepcionar y la plaga de lesiones, con la ausencia de Bogdanovic como herida más visible, no puede servir de excusa. Pesic nunca encontró la fórmula y el proyecto se derrumba con un fracaso monumental.