
Lo que durante semanas fue un rumor, finalmente se ha hecho oficial: Tyson Carter, apodado “el Huracán”, será nuevo jugador del Estrella Roja de Belgrado, donde volverá a competir en la Euroliga bajo las órdenes del técnico griego Ioannis Sfairopoulos.
Aunque el interés inicial parecía provenir del Partizan, el conjunto rojiblanco de Belgrado se adelantó en la carrera y logró cerrar la incorporación del escolta estadounidense. Allí coincidirá con otros ex ACB como Semi Ojeleye y Chima Moneke, y protagonizará los siempre intensos derbis belgradenses frente a su excompañero en Málaga, Dylan Osetkowski. Dos jugadores que, sin duda, han marcado una época dorada en el Unicaja.
Tyson llegó a Málaga en 2022 procedente del Zenit de San Petersburgo, y rápidamente se adaptó al sistema de Ibon Navarro, mostrando una combinación explosiva de talento, descaro y eficiencia ofensiva. Su momento culminante llegó en 2023, cuando fue elegido MVP de la Copa del Rey, consolidándose desde entonces como una pieza esencial en los éxitos del equipo andaluz.
Atrás deja una etapa inolvidable: 182 partidos, seis títulos y un legado imborrable en el baloncesto malagueño. Se marcha como uno de los jugadores más queridos por la afición, y con el reconocimiento de haber contribuido al resurgir del club en Europa.
Ahora inicia una nueva etapa en un Estrella Roja en reconstrucción, que tras la marcha de Miloš Teodosić ha sido uno de los clubes más activos y acertados en el mercado estival. La temporada pasada fue decepcionante para los rojiblancos de Belgrado: a pesar de conquistar la Copa Korać frente al Partizan, el equipo no logró mantener la regularidad. Se clasificaron con lo justo al play-in de Euroliga, donde cayeron ante el Bayern, y fueron eliminados en semifinales tanto de la ABA League (por el Budućnost) como de la liga serbia (ante el sorprendente Spartak Subotica).
Con fichajes como el de Tyson Carter, el club manda un mensaje claro: el objetivo es volver a competir al máximo nivel en todas las competiciones. Y pocos jugadores encarnan mejor ese espíritu competitivo que Tyson, el Huracán que ahora sopla con fuerza en Belgrado.