El Barça tuvo un año complicado la pasada temporada. Acabar el año en blanco y ver como su máximo rival, el Real Madrid, casi lo logra todo, obliga a una reconstrucción rápida que mucha veces no es nada efectiva.

Los grandes damnificados de todo esto están siendo los jóvenes canteranos del Barça que ven la puerta del primer equipo cerrada y empiezan a dar pasos hacia otros equipos donde puedan tener los minutos que no disfrutan en el Barça.

La última «víctima» ha sido Caicedo que como ha anunciado el propio club no seguirá en la disciplina culé la temporada 2024-2025. Se ha alcanzado un acuerdo con un jugador que prometía mucho y que con 17 años debutaba con el Barça ante el BAXI Manresa.

Tras esto fue cedido a Covirán Granada y tras sufrir una lesión que le dejó tres meses fuera de las pistas acabó la pasada temporada defendiendo los colores del Bàsquet Girona.

Michael Caicedo se suma así al adiós de Sergi Martínez o Rafa Villar este mismo año, sin opciones de demostrar al nuevo técnico, Joan Peñarroya si tenían sitio o no en el equipo. Además la lista de jugadores canteranos del Barça que salieron sin demostrar su valía es larga.

Sonado el caso de Hezonja, que dio el salto a la NBA sin haber gozado de continuidad en el Barça de Xavi Pascual, o Rodions Kurucs, que ha hecho un gran año en UCAM Murcia, pero en su etapa como culé no pudo demostrar su valía.

Otro nombre que sale a escena en este caso es el de Leandro Bolmaro que muchos piensan podría haber sido un puntal del Barça durante muchos años o James Nnaji que este año, tras no dar el salto a la NBA debería haber jugado mucho más de lo que lo hizo.

Una larga lista de nombres que para el aficionado culé deberían haber tenido más minutos, como el propio Oriol Paulí, que con su fichaje por el Força Lleida tiene una buena oportunidad de demostrar su valía y que en declaraciones tras este fichaje reconoció que esperaba haber tenido más minutos con el Barça.

Los títulos exigen y la cantera parece no estar tan bien valorada como debería para poder dar ese paso y ser importantes en un club con la necesitad de ganar que tiene el Barça.

Toca buscarse las habichuelas lejos del Palau y, quién sabe, volver algún día para demostrar el error o no de la dirección deportiva blaugrana. Solo el tiempo dirá.