
Unicaja Málaga bajó el telón de una temporada para la historia donde el bloque de Ibon Navarro ha coleccionado varios títulos. Se cierra un año histórico que como su propio entrenador, difícilmente se podrá igualar.
Contando que fueron campeones de la Basketball Champions League (BCL) de la 2023-2024, el verano empezó con la conquista de la Copa Intercontinental, empezando la temporada con un éxito en Singapur.
El estado de forma era óptimo y eso hizo que llegara en plenitud a la Supercopa Endesa disputada en Murcia y donde se llevaron el segundo título, desbancando a un Real Madrid que era el auténtico rey de esta competición. Había ganado las seis últimas ediciones y tuvo que ser el cuadro malagueño el que pusiera fin a esta racha.
El equipo había mantenido el bloque de los últimos años con pequeños retoques y eso se notaba en la competitividad y en ver como ejecutaban el famoso «Plan» de Ibon Navarro. La temporada pasaba y los andaluces seguían en la zona alta de la Liga Endesa y dominando su clasificación en la BCL.
Llegó uno de los momentos clave del año, la Copa del Rey. Tras no poder revalidar en Málaga el título que habían logrado en Badalona en el 2023, se alzaron con el título en Gran Canaria superando de nuevo en la final al Real Madrid que solo se ha podido vengar en las semifinales de la Liga Endesa.
Y no olvidar la reválida de la Champions de este 2025 que les permitirá de nuevo luchar por la Intercontinental y seguir sumando trofeos a las vitrinas del Martín Carpena.
En ese momento ha puesto punto final a la temporada histórica de los malagueños que, como su propio entrenador ha confesado al final del cuarto partido, han hecho un grupo humano difícil de igualar y que tiene pinta que perderá algunas piezas importantes este verano.
Ha sido un placer ver jugar a este grupo de jugadores bajo la batuta del técnico vasco que ha sabido lidiar con una plantilla con exceso de interiores y ha repartido los minutos para que todos se sintieran importantes en cualquier momento de la temporada.
Desde el espíritu de Alberto Díaz, los triples de Kalinoski o la fuerza interior de la dupla Osetkowski – Balceroski, toda la plantilla ha demostrado que estaba a muerte con su técnico y de ahí los éxitos cosechados. La afición del Martín Carpena recordará mucho tiempo a cada uno de estos jugadores y miembros del staff, esperando que sea el primero de muchos años históricos, donde se acierte en los despachos y quede reflejado en el parquet.
Enhorabuena a Unicaja, a su afición y a grandes amigos de la casa como Berni Rodríguez, Carlos Cabezas o Fran Vázquez, que desde su papel de ex jugadores aportan su grano de arena a un proyecto que sueña con volver a repetir éxitos y colarse más pronto que tarde en la élite del baloncesto europeo en forma de participación en la Euroliga.