
María Conde cayó lesionada en el pasado partido de Euroliga entre su USK Praga y Casademont Zaragoza. Las noticias no fueron nada buenas y la jugadora sufrió una rotura del tendón de Aquiles.
Los gestos de dolor de la jugadora eran evidentes y tan solo faltaba conocer el alcance de una lesión que no tenía muy buena pinta. Este pasado martes la jugadora en sus redes sociales anunció el alcance de su lesión: «Nunca se muy bien qué decir en estas situaciones, así que directa al grano. Como muchos supondréis, me he roto (y operado) el tendón de Aquiles«.
La lesión se la hizo de forma fortuita en un mal apoyo de su pie izqauierdo tras lanzar a canasta en la parte final del tercer periodo del partido contra Casademont Zaragoza. El marcador reflejaba un 53-45 a favor de las aragonesas, pero desde ese momento el resultado pasó a un segundo plano.
María dejó el parqué entre lágrimas y sin poder apoyar el pie y entre el aplauso de la afición local que mostró su apoyo a la jugadora nacional en todo momento. Al final del partido siguieron las muestras de apoyo tanto de sus compañeras como de las jugadores de Casademont Zaragoza.
En el mensaje que emitió la jugadora expresa su tristeza: «No os voy a engañar, estoy triste. Han sido unos días complicados en los que todo ha pasado tan rápido que todavía me cuesta ubicar dónde me encuentro. Lloro cada dos por tres, me emociono con cada mensaje que recibo, y me cuesta poner la cabeza en todo lo que viene ahora«.
Ahora mismo ve el regreso lejos pero no seguro que volverá más fuerte que nunca. María añade a su publicación las siguientes palabras: «No se dónde queda el baloncesto, ahora lo veo todo muy lejos, pero se que llegará el día en el que nos juntemos de nuevo con las mismas ganas de avanzar y la tranquilidad de hacerlo en nuestro propio tiempo«.
Solo nos queda mandarle desde CAMPOATRAS todo nuestro ánimo para una rápida y satisfactoria recuperación.