
Baskonia continúa sin levantar cabeza en Europa. La derrota frente al Partizan (79-91) no solo mantiene al conjunto gasteiztarra como farolillo rojo de la Euroliga, sino que además certifica el peor arranque histórico del club en la competición.
La jornada fue aciaga para el equipo y su entorno. En un día convulso en Vitoria, Josean Querejeta recibió una multa por increpar a los árbitros en el descanso del anterior encuentro ante el Panathinaikos, mientras se confirmaban las lesiones de Kurucs (planta del pie), Howard (dedo de la mano) y Forrest (isquiotibiales), que seguirán fuera durante varios partidos. Con una plantilla mermada y jóvenes completando la convocatoria, el Baskonia volvió a competir, pero el resultado fue el mismo: derrota.
El técnico Galbiati sorprendió en la alineación inicial con la presencia del joven Joksimovic, que ni siquiera había viajado a París en el anterior desplazamiento. Junto a él salieron Spagnolo, Luwawu-Cabarrot, Sedekerskis y Diakite. El Partizan empezó más acertado, con triples de Marinkovic y Brown (9-13, min. 6), pero el Baskonia reaccionó bien. Spagnolo lideró el ataque con 5 puntos y los locales igualaron el marcador, cerrando el primer cuarto con un ajustado 20-22, pese a las cinco pérdidas de balón cometidas.
En el segundo cuarto, el ex del Unicaja Osetkowski castigó con dos triples consecutivos y Bonga amplió la renta visitante (31-35, min. 15). Los serbios comenzaron a dominar con claridad el rebote ofensivo, aprovechando cada segunda oportunidad. Jones y Washington sumaban 13 puntos entre ambos, mientras en el Baskonia los más destacados eran Diallo y Luwawu-Cabarrot (9 puntos cada uno) y Samanic (8). Un palmeo de Jabari Parker sobre la bocina cerró la primera mitad con 40-48 para los de Zeljko Obradovic, más acertados desde el perímetro.
Tras el descanso, un triple de Nowell abrió el tercer cuarto, pero el Partizan volvió a golpear con un parcial de 3-8 que obligó a Galbiati a detener el juego. Los serbios alcanzaron su máxima ventaja (47-63, min. 24), con Jones dirigiendo y anotando con autoridad. La grada del Buesa Arena comenzaba a impacientarse, pero el Baskonia no se rindió. Con Diallo y Samanic de nuevo en pista, los locales ajustaron su defensa y comenzaron a encontrar mejores tiros. Un parcial de 17-3, culminado por dos triples de Frisch, devolvió la esperanza y redujo la desventaja a solo dos puntos (64-66) al final del tercer cuarto.
El último periodo arrancó con el Baskonia igualando el marcador (66-66). Sin embargo, una técnica a Luwawu-Cabarrot frenó el impulso local. Además, una canasta de Khalifa Diop fue anulada, lo que permitió al Partizan recuperar la iniciativa (73-77, min. 36). Galbiati apostó por un quinteto alto y físico, con Luwawu-Cabarrot ejerciendo de base improvisado junto a Diallo, Sedekerskis, Frisch y Diop. El francés asumió responsabilidades, pero el equipo perdió fluidez ofensiva. Diakite, por su parte, fue abroncado por el técnico y apenas tuvo minutos.
En los instantes finales, el talento individual decidió. Duane Washington se erigió en protagonista con una jugada de dos más uno a falta de poco más de un minuto (77-82) y remató la faena con un triple y acierto desde el tiro libre, para cerrar el partido con el 79-91 definitivo.
El Baskonia cierra la quinta jornada con cero victorias y el peor arranque histórico del club en la Euroliga. La renta final fue excesiva e injusta para el esfuerzo mostrado, pero las carencias estructurales, pocas rotaciones, falta de dirección y problemas defensivos, vuelven a condenar al equipo. En el plano individual, Hamidou Diallo fue el mejor con 20 puntos, 6 asistencias y 24 de valoración, seguido por Luwawu-Cabarrot (19 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias). Pese a su esfuerzo, el Baskonia sigue asomado al abismo y sin señales de reacción en el horizonte.