
El Club Ourense Baloncesto no solo no logró romper la racha de derrotas consecutivas (4) en su propio feudo sino que dio una mala imagen en el Paco Paz, sobre todo en el último cuarto, ante un Oviedo que dominó el partido de inicio a fin.
No obstante hubo igualdad al inicio del choque. Romaro Gill, saliendo desde el banquillo, empezó muy «conectado» a ambos lados de la pista pero cometió muy pronto la segunda falta y Moncho López lo tuvo que sentar en el banquillo. Los asturianos se aprovecharon de esa circunstancia para buscar penetraciones cerca del aro y al término del primer cuarto mandaban por 22-26.
El Oviedo lograba encontrar tiros cómodos desde el perímetro y segundas opciones que desesperaban por momentos a la parroquia local (32-41). Valinotti se encontraba muy cómodo en ataque.
Con unas ráfagas de intensidad defensiva gallega se llegaba 44-45 al descanso, siendo Lisboa el mejor jugador cobista.
Un conjunto de malas decisiones arbitrales en contra de los locales muy protestadas por el público llevaba el encuentro a un 62-70 al término del tercer cuarto, agravado con un parcial de 0-5 al inicio del último que ponía el partido muy cuesta arriba para el COB.
Una tímida reacción cobista (71-82, canasta de Javi López) fue cortada de inmediato por Javi Rodríguez con un tiempo muerto, y a partir de ahí los ourensanos desaparecieron del partido, dominados por un sólido Oviedo. Se notó en falta la aportación ofensiva del norteamericano Moody, fallón desde el triple y desaparecido en momentos clave. El porcentaje local desde la línea de 3 fue un pobre 13% (2 de 15).
Por el cuadro asturiano hay que destacar el gran partido del francés Menuge con 29 puntos, cuyos últimos triples fueron hasta aplaudidos irónicamente por la hinchada local.
Para más inri se produjo la lesión de Sergio Rodríguez, que le impidió jugar toda la segunda parte y de la cual se desconoce por el momento su alcance.