El Real Madrid está en una situación muy incómoda y derrotas como la de la última jornada en la Euroliga, dejan el proyecto de este año muy tocado a pesar de haber tiempo de reacción. El equipo parece incompleto o falto de ideas, y lo más grave es que echa en falta a los jugadores que se han ido del equipo.

Cuando el año pasado el equipo se mostraba intratable tanto en Liga Endesa como en Euroliga, este año parece mucho más vulnerable y ni el Wizink Center parece capaz de echar una mano en esos momentos donde el público es clave.

La sensación es que falta serenidad en el equipo y la segunda unidad del equipo de Chus Mateo no da esos minutos de calidad que sí que tenía el conjunto blanco el año pasado. La salida de Rudy, Sergio Rodríguez y Poirier daba aire al equipo e incluso mejoraba el rendimiento de los titulares que podían descansar y salir frescos a rematar los partidos.

Eso sin contar la importante baja de Yabusele, que emprendió la aventura americana y dejó sin ese tres – cuatro que siempre marca la diferencia, sobre todo en Euroliga. Seguramente muchos echan en falta más fichajes y el rendimiento de jugadores como Garuba están dando la razón a los que pedían más fichajes este verano.

El año pasado en toda la fase regular de la Euroliga el Real Madrid perdió solo siete partidos, algunos de ellos con la clasificación como primeros ya en el bolsillo, y en cambio este curso ya lleva 9 derrotas, lejos de las solo tres que tiene el sorprendente líder de la competición, París Basketball.

Queda mucha temporada por delante y el equipo tiene tiempo de revertir la situación y se confía en Chus Mateo, pero las derrotas de seguir llegando pueden provocar nerviosismo en el seno del club y la solución pasaría por algún refuerzo de la plantilla. De momento el técnico tiene crédito pero debe mejorar el rendimiento de sus jugadores para que el Real Madrid vuelva a ser el Real Madrid del año pasado.