Se cumplió el guion y el combinado estadounidense apalizó claramente a Brasil (87-122) en el último partido de cuartos de final de la jornada. 

Poco duró la resistencia de Brasil en el primer cuarto. Los ataques rápidos y las transiciones norteamericanas empezaban a matar a los cariocas. Un triple de Booker obligaba a pedir tiempo muerto a Asa Petrovic (6-16). Hoy Embiid sí estaba inspirado desde fuera, y es que daba prácticamente igual quien jugase porque el arsenal de recursos que tiene Steve Kerr a su disposición es casi inagotable. El ex jugador de los Bulls cambiaba por completo el quinteto y poco se tardó en llegar al 17-31 tras una canasta de Anthony Davis.

La suerte (momentánea) para los de Petrovic fue que Edwards comenzó muy fallón en el tiro. Un tiro libre de Benite dejaba el 21-33 al fin del primer cuarto.

Petrovic intentaba tímidamente una zona sin éxito y la salida a pista de White y Tatum daba un plus defensivo a EEUU (21-40). Cuatro acciones positivas de Brasil, capitaneada por el incombustible Marcelinho Huertas, los acercaban a 9 puntos (31-40).

Pero fue un espejismo: Estados Unidos volvió a pisar el acelerador. Embiid ponía las cosas en su sitio (hoy sí que aportó mucho a su equipo), y un alley oop finalizado por Tatum sellaba un contundente 36-63 al descanso.

Hubo mucho más de lo mismo en la reanudación. Los tímidos arreones cariocas eran respondidos con rotundidad con buenos porcentajes de tiro norteamericanos. Booker ejecutaba desde el triple (máximo anotador con 18 tantos) y Davis aprovechaba todas las segundas opciones. Bruno Caboclo hacía la guerra por su cuenta y se convertía de lejos en el mejor jugador brasileño (30 puntos y 6 rebotes al final del partido)

La diferencia se mantenía al final del tercer cuarto: 71-94. 

El último y definitivo cuarto no tuvo historia y fue un mero trámite para ampliar incluso la ventaja en el marcador. Los cracks de Estados Unidos se repartieron puntos y minutos ante un rival que nunca inquietó (87-122). Bonito detalle de todo el banquillo brasileño en pie abrazando a Marcelinho en el último partido del jugador del Lenovo Tenerife con la selección de su país.

Una rotación con tantas estrellas siempre es complicada de gestionar y esta vez le tocaron los minutos y los puntos a Booker y el banquillo a Haliburton (solo jugó 4 minutos)

Los yankees, gran favoritos para el oro, se enfrentarán a Serbia en semifinales. En el último partido de preparación los de Steve Kerr jugaron a su antojo y ganaron de 30 puntos. Jokic y compañía querrán la revancha.