Este martes Lidia nos trae a Judit Farrando para que la conozcamos mejor. Judit llegó a finales de la temporada pasada al club Alicantino y se ha convertido en una pieza clave en cuanto a defensa se refiere aportando rebotes e intensidad al juego.

Lidia (L) – ¿Quién es Judit y de donde nace su pasión por el baloncesto?

Judit (J) – Judit es una chica catalana que llegó a Alicante con cinco años. Siempre me ha gustado el deporte en general y, ya desde pequeña, siempre llevaba un balón en las manos o en los pies. Pero la pasión por el baloncesto vino de casa. Mi padre jugó cuando era joven y es un enamorado de este deporte, así que, al final, era cuestión de tiempo que yo también me enganchara. Desde entonces, el baloncesto ha sido una parte fundamental de mi vida y me ha acompañado durante casi 20 años. Cuando llevas tanto tiempo vinculada a este deporte, deja de ser solo un hobby y se convierte en parte de tu rutina, de tu día a día. Te regala momentos inolvidables y, lo más importante, personas con las que compartirlos.

L – Formada en el C.B.F Cabo Mar, jugaste la temporada pasada en el Adesavi, en el que llevabas desde la temporada 19/20 y llegaste para reforzar al equipo alicantino de cara a las eliminatorias de Primera Nacional. ¿Por qué elegiste el Aludium Lucentum?

J – Desde que dejé el baloncesto del cole, Cabo Mar fue mi casa durante 13 temporadas. Es un club al que le tengo un cariño muy especial porque crecí en él, tanto a nivel deportivo como personal. Luego, pasé cuatro temporadas en Adesavi, donde siempre me trataron genial y me sentí muy a gusto. Gracias a ambos clubes, tuve la oportunidad de conocer a personas maravillosas y a disfrutar del baloncesto junto a ellas.

La temporada pasada fue algo atípica para mí, ya que decidí hacer una pausa en el baloncesto por el nacimiento de mi hijo. Quería estar más en casa con él y disfrutar de esa etapa, pero después de Navidades surgió la oportunidad de unirme al Lucentum. Me pareció una gran opción, con un proyecto deportivo muy competitivo y con el claro objetivo de luchar por el ascenso. Desde el primer entrenamiento, tanto el equipo como el club me acogieron de maravilla, haciéndome sentir parte del grupo desde el principio. Esa confianza y el buen ambiente que hay en el equipo han hecho que esta temporada no tuviera ninguna duda en continuar. Estoy muy feliz de formar parte de este proyecto y con muchas ganas de seguir luchando junto a mis compañeras.

L – ¿Sueles luchar mucho los rebotes y tu actitud defensiva es envidiable, ese juego te beneficia ante interiores rivales? ¿Te sientes cómoda con ese juego?

J – A lo largo de los años, mi juego ha ido evolucionando. La defensa la verdad que nunca ha sido precisamente una de mis mejores cualidades, pero tenía claro que quería mejorar en ese aspecto de cara a esta temporada. El rebote, en cambio, sí que siempre ha sido un punto fuerte en mi juego. Tengo bastante altura para ser exterior y muchas veces entro a por los rebotes desde fuera, lo que me permite ir con velocidad y potencia. Eso me ayuda a ganar la posición ante jugadoras más altas y poder competirles en esa faceta.

Estoy centrada en seguir mejorando en ambos aspectos y, con el paso de los partidos, me voy sintiendo cada vez más cómoda en la cancha. Además, creo que la intensidad y el compromiso defensivo son señas de identidad de este equipo, y eso me motiva aún más a seguir trabajando.

L – ¿Cuál es tu rutina previa a un partido?

J – Antes tenía más rutinas prepartido, pero ahora, con un bebé en casa, es más complicado seguir un ritual fijo. Aun así, si jugamos por la tarde, me gusta aprovechar la mañana para salir a pasear un rato y comer pronto en familia.

La única rutina que mantengo es que siempre me pongo música mientras me cambio y me preparo para ir al pabellón; es mi forma de concentrarme y entrar ya en modo partido.

L – ¿Qué hace Judit para desconectar del baloncesto?

J – Me gusta mucho ver series de televisión y, especialmente después de partidos en los que te vas con malas sensaciones, ponerme un capítulo tras otro me ayuda mucho a desconectar mentalmente y dejar de darle vueltas al partido.

También soy una persona muy familiar y me encanta pasar tiempo con mis padres e ir a comer a su casa los fines de semana. Estar todos juntos, con mi pareja y mi hijo creo que es una de las mejores maneras de invertir mi tiempo libre.

L – ¿Qué consejo le darías a una niña que sueña con jugar al baloncesto a nivel profesional algún día?

J – Mi consejo es que, con trabajo duro y dedicación, las cosas se pueden conseguir. No hay que empezar con el objetivo de ser profesional a toda costa, pero sí trabajar como si lo fueras a ser. Vivir del baloncesto es muy difícil, especialmente en el baloncesto femenino, y no solo es cuestión de esfuerzo. Hay muchas circunstancias que no dependen de uno mismo y también necesitas un puntito de suerte, que respeten las lesiones, por ejemplo. Lo que sí puedes controlar es tu actitud y el trabajo que pones en cada entrenamiento y partido. Si realmente quieres llegar al baloncesto profesional, tienes que dar el 100% en cada uno de ellos y confiar en que, en algún momento, llegará tu oportunidad y estarás preparada para aprovecharla.

L – Un mensaje que mandarías a la afición Alicantina

J – Una de las mejores cosas que tiene el Lucentum es, sin duda, su afición. No siempre es fácil contar con un público que te anime y te apoye tanto, más allá de los padres y amigos, pero con la afición Lucentina siempre conseguimos tener un ambiente increíble en todos partidos. Además, quiero hacer una mención especial a la Kali, que son incansables. Nos animan de principio a fin en cada partido, y muchas veces su actitud y entrega también se nos contagia a nosotras, lo que nos ayuda a subir el nivel deportivo. No queda mucho de temporada regular, y prácticamente todos los partidos hasta el final serán muy importantes, así que, sin duda, los vamos a necesitar animando como hasta ahora.