Rudy Fernández, en la dura derrota de España ante Australia, ha sido la nota positiva ya que se ha convertido en el jugador de baloncesto con más apariciones en unos Juegos Olímpicos con su sexta participación en este evento.
El alero balear al jugar este partido entra en la historia pero no ha sido de la mejor forma posible ya que los suyos han perdido 92 a 80 y se complican, y mucho, su futuro en este torneo.
En el Pierre Mauroy en las afueras de Lille se ha producido este evento y deja la marca en seis Juegos Olímpicos intentando retrasar su retirada lo máximo posible, algo que lograría si Rudy y sus compañeros juegan cinco partidos más.
A sus 39 años ha vestido la camiseta de España 264 veces y dejará la práctica activa del baloncesto una vez acabe la participación de la selección en estos Juegos. Cerrará así una trayectoria donde ha sido parte de los grandes logros de esta época dorada del baloncesto nacional.
Dos Mundiales, cuatro Eurobasket, dos platas y un bronce en Juegos Olímpicos tiene en sus vitrinas entre otras medallas y con su presencia en París entrará en la historia del baloncesto masculino con una cifra que solo iguala Diana Taurasi en el femenino.
Su presencia gustará más o menos, pero lo que está claro es que es un hito que se debe celebrar. Hacerlo con medalla parece difícil, pero Scariolo y sus chicos son capaces de ello.