DIANA TAURASI. Nombre en mayúsculas de la que para muchos es la mejor jugadora de baloncesto de toda la historia. En París se ha colgado su sexto oro en unos Juegos Olímpicos y eso demuestra que lleva en lo más alto mucho tiempo.
En Campo Atrás somos muy fans del baloncesto femenino, y podemos presumir de ser las pocas webs que intentamos publicar y mucho sobre ellas, y no podíamos dejar pasar la ocasión de escribir sobre una jugadora que ha entrado en la historia del baloncesto mundial.
A sus 42 años ha formado parte del Team USA que se ha colgado el oro en una final muy emocionante ante una combativa Francia. Esta igualdad hizo que Diana no jugara nada pero eso no ha impedido que sumara su sexto oro tras los logrados en Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, Río de Janeriro 2026 y Tokio 2020.
Una larga trayectoria de más de 20 años como profesional liderando en muchas ocasiones a la excelsa selección americana, que llega una racha de 61 partidos sin perder y que quien sabe hasta cuanto más amentará esa cifra.
En este torneo no ha tenido la importancia de otras ocasiones pero su sola presencia en el banquillo siempre despierta el interés de ver a una líder que lo ha demostrado todo dentro de la cancha. En esta ocasión a aportado desde un segundo plano pero seguro que las más jóvenes han tomado nota de todos sus consejos.
La propia Diana así lo comentaba al final del encuentro elogiando el juego de Francia pero al final el título fue para USA y el oro para Taurasi y sus compañeras. De esta forma además de sus seis oros olímpicos cuenta con tres mundiales y tres títulos de la NBA, además de seis Euroligas ni más ni menos.
Ojalá por su ascendencia argentina podamos tenerla en una entrevista, porque sería increíble poder repasar con ella una trayectoria tan brillante. La estrella de las Phoenix Mercury donde ha desarrollado toda su carrera no ha decidido aun si colgará las botas de la WNBA.
Seguramente a nivel de selección ha puesto fin a una carrera exitosa y en Los Ángeles 2028 la veamos disfrutando de los partidos desde la grada, pero haga lo que haga será una leyenda para siempre del baloncesto mundial.