
El ex-NBA Jeremy Lin ha anunciado su retirada del baloncesto profesional, siendo su último equipo los New Taipei Kings de Taiwan.
Lin, precisamente con origen taiwanés, estudió en la prestigiosa Universidad de Harvard, perteneciente a la Ivy League. Fue calificado el primer año por su entrenador como el «jugador más débil físicamente» del equipo. Parecía que lo suyo eran más bien las aulas y la economía -se graduó al término de su cuarto curso- aunque poco a poco fue mejorando su juego y estadísticas. A pesar de no ser elegido en el Draft logró poner el pie en la NBA gracias a los Golden State Warriors.
Fue capaz de ganarse el cariño de la afición asiática ‘warrior’, aunque los de la Bahía tenían su puesto más que cubierto con Stephen Curry y Monta Ellis, así que tuvo que cambiar de aires tras un breve paso por el equipo vinculado de la G-League.
Lin deambuló por varias franquicias y fue probado en la liga de verano, para recibir finalmente una oportunidad de los New York Knicks durante la campaña 2011-2012 debido a las plaga de lesiones de su backcourt. Y vaya si aprovechó su momento. Hasta Carmelo Anthony le pidió a Mike D’Antoni que le diese más minutos en la pista como base.
El impacto que tuvo en New York fue brutal. Su nivel de juego dirigiendo a los Knicks subía como la espuma por momentos, llegando a anotar 38 puntos en un partido contra los Lakers dejando boquiabierto al mismísimo Kobe Bryant
La «Linsanity» crecía en el Madison a pasos agigantados -venta de camisetas y locura generalizada en sus momentos mágicos noche tras noche-
A partir de ahí Lin tuvo varias etapas destacadas en otras franquicias (Houston, Los Angeles, Brooklyn, Toronto) pero la magia se desvaneció un poquito. Ese puñado de exhibiciones consecutivas en la gran manzana quedaron en la retina de todos los aficionados a la NBA.
La huella que dejó el taiwanés en Manhattan quedó recogida en el emotivo documental “Linsanity”, que salió a la luz en el año 2013.




