
Sin grandes anuncios ni comunicados oficiales, pero con decisión firme. Luka Šamanić seguirá siendo jugador del Baskonia al menos una temporada más. La entidad azulgrana ha dejado expirar la cláusula de corte unilateral que expiraba este miércoles, lo que implica que el contrato del interior croata —firmado en diciembre con la fórmula 1+1— se mantiene vigente hasta junio de 2026. Una operación silenciosa que, sin embargo, envía un mensaje claro: hay confianza en su evolución.
Tal y cómo apuntó El Correo, el propio jugador, de 25 años y 2,08 metros, había dejado clara su voluntad de continuar en Vitoria, rechazando varias propuestas de clubes europeos con fuerte músculo económico. Entre ellos, equipos como Valencia Basket, Dubai BC o el Hapoel Tel Aviv —recién incorporado a la Euroliga— habían mostrado interés en incorporarle. No obstante, el croata prefirió esperar el movimiento de Baskonia, convencido de que su sitio está en el Buesa Arena.
Šamanić llegó a Vitoria el pasado diciembre como solución de urgencia para un juego interior que no terminaba de asentarse. Su incorporación se produjo tras un breve paso por Cibona y una etapa frustrada en Fenerbahçe, donde ni siquiera llegó a debutar. En su día fue un fichaje invernal ante la posibilidad de una salida de Chima Moneke. La continuidad de Laso como técnico no ha sido determinante en esta decisión, pero sí es parte del contexto que explica su fichaje.
Su papel en estos seis meses ha sido el de recurso polivalente, capaz de alternar entre el ‘cuatro’ y el ‘cinco’, aportando agilidad ofensiva y cierta amenaza exterior, especialmente desde el triple. Aunque su rendimiento ha sido intermitente, con carencias defensivas por pulir, ha ofrecido también momentos de calidad. En la ACB promedió 7,5 puntos, 2,4 rebotes y 7,7 de valoración, mientras que en Euroliga firmó 9,1 puntos, 3,2 rebotes y 8,6 de valoración.
Su mejor versión se vio en el playoff de Liga Endesa ante el Real Madrid, donde aprovechó su movilidad y tiro exterior para sacar a Tavares de la zona y dinamitar la defensa rival. Firmó 15,5 puntos, 3,5 rebotes y 16 de valoración.
Šamanić, que dio el salto prematuro a la NBA tras brillar en categorías inferiores, busca ahora un entorno donde consolidarse. Y tanto el jugador como el club entienden que esa oportunidad puede ser Vitoria.




Con su continuidad, el Baskonia sigue dando forma a su plantilla 2025-26. En el juego interior, el croata se suma a Khalifa Diop, Donta Hall (con opciones abiertas a un traspaso), el recién fichado Clément Frisch y el comodín Tadas Sedekerskis. La salida de Moneke ha dejado espacio en la rotación, y Šamanić podría aspirar a un rol más protagonista desde el inicio.
Baskonia apuesta por un perfil moderno: jugador grande, móvil, con técnica individual y amenaza exterior. Queda por ver si logrará mejorar en las tareas defensivas y si podrá ofrecer mayor regularidad a lo largo del curso. Lo que sí parece claro es que el club cree en su techo.