En la WNBA ha saltado la bomba. La jugadora de Las Vegas Aces, Dearica Hamby ha denunciado a la WNBA y a su propia franquicia por lo que ella considera discriminación tras su embarazo.
Lo ha hecho en un juzgado federal de Nevada acusando a la liga y al propio equipo de discriminación cuando se quedó embarazada. Hamby acaba de ganar el bronce con Estados Unidos en la modalidad 3×3 y ha jugado en las San Antonio Stars que luego pasarían a ser Las Vegas Aces con las que ha ganado el anillo del 2022.
En la denuncia se explica que en el 2022 el contrato que les unía se alargaba dos años más con beneficios para la jugadora y su primera hija. En Agosto de ese 2022 informó a la franquicia de su segundo embarazo y desde ese momento notó cambios en la forma de ser tratada por el personal de las Aces.
No le pagaron la matrícula del colegio de su hija (uno de esos beneficios que hemos nombrado anterioremente) y le pidieron que dejara el alojamiento del que también se beneficiaba. Además, su entrenadora, la histórica Becky Hammon le preguntó si había planeado el embarazo sin tomar las precauciones para evitarlo.
Se le acusó de firmar la renovación en el 2022 sabiendo que estaba embarazada y poniendo en duda su compromiso con la franquicia. Eso le costó ser traspasada a las Sparks y Hamby así lo denunció en redes costando a Hammon dos partidos de sanción por “violación de políticas de respeto en el lugar de trabajo” y a las Aces la primera elección del Draft del 2025.
No contenta con la sanción Hamby ha hecho esta nueva denuncia a pesar que las Aces se defienden de su salida alegando que con su salario podían tener tres buenas jugadoras. Hammon además se excusa en que llegó en este movimiento una estrella como Candace Parker y que posiblemente al tener buena relación con Hamby esta salida se lo tomara como una traición.
Falta ver cómo acaba esta nueva denuncia, mientras se reactiva la WNBA, parada por los Juegos Olímpicos y de los que Hamby viene con una medalla de bronce colgada al cuello de la modalidad 3×3 de baloncesto.